
Callejón sin salida
Resumen generado por Inteligencia ArtificialLa crisis del Ministerio Público que estamos viendo es el resultado de años de enfrentamiento interno. Contrario a lo que algunos podrían pensar, esto no se inicia con Patricia Benavides y no terminará con Delia Espinoza.
Han sido largos años de pugnas y cabes a las que ninguno de los que ha estado al frente de esa entidad ha sabido poner fin. Algunas veces fuerzas externas han influido en el manejo del ministerio público, y en otros casos apetitos personales han colocado a la institución encargada de perseguir el delito en esta lamentable situación.
El último viernes la noticia cayó como un misil para algunos. La Junta Nacional de Justicia decidió declarar la nulidad de la destitución de la doctora Patricia Benavides como fiscal suprema y fiscal de la Nación. Se dijo: la doctora Benavides Vargas debe regresar el lunes a su despacho de fiscal de la Nación. Entonces supimos que el camino de regreso –en caso de que se diera– no sería fácil. No nos equivocamos.
Muchas preguntas surgieron entonces: ¿qué pasará con la fiscal de la Nación Delia Espinoza? ¿Cómo queda su elección? ¿Qué pasará con las investigaciones fiscales abiertas a Patricia Benavides? ¿Podrá ejercer como fiscal de la Nación mientras se desempeñe como autoridad de la institución que la investiga?
Quizás todo esto podría haberse resuelto con el diálogo y quizás el consenso. Nunca imaginamos que el lunes la doctora Delia Espinoza decidiera atrincherarse en su despacho alegando que nadie la sacaba de su oficina del noveno piso. Incluso exclamó “¡golpe a la democracia!”, mientras sostenía una vela encendida.
Más allá de histrionismos y frases engoladas, lo cierto es que nadie quiso sacar a la fuerza a la doctora Espinoza de su oficina. Las imágenes de Patricia Benavides ingresando a la sede del Ministerio Público no tienen rasgos de violencia, pero le han merecido a ella y su comitiva una denuncia penal por resistencia a la autoridad e incluso alteración del orden público, entre otros delitos.
Y mientras los argumentos de ida y vuelta no cesan, la resolución de la Junta Directiva sigue siendo ignorada.
La JNJ, con una composición distinta, destituyó a Benavides porque como fiscal de la Nación removió de su cargo a Betsabet Revilla, fiscal que se encontraba investigando a Emma Benavides Vargas, hermana de Patricia. Si bien existirían razones objetivas para este cambio, como la baja productividad, fue poco elegante que haciendo uso de su cargo removiera precisamente a quien se encontraba investigando a su hermana.
Más allá de lo efectos de una resolución, es importante sentar el precedente de que los fallos que impliquen un impacto explosivo como restituir en su puesto a una fiscal de la Nación deben darse con tal pulcritud que no dejen la puerta abierta a interpretaciones de todo tipo. Dicho esto en un Estado de derecho, las sentencias se respetan y el diálogo y la búsqueda de consenso pueden ser posibles cuando hay voluntad política.
Por lo visto hasta ahora, parece que el Ministerio Público seguirá atrapado en un callejón sin salida.