Paradojas de hoy, riesgos del mañana

Donald Trump asumió su segundo mandato como presidente de los Estados Unidos anunciando planes de deportaciones masivas de aplicación inmediata, confirmando su negacionismo climático y reiterando una agenda exterior que mezcla nuevas ansias imperialistas y aislacionismo. Confirmó el anunciado aumento arancelario que pretende imponer a países como China, Canadá y México, que causa gran preocupación a nivel global por la repercusión que pueda tener en el comercio internacional. Este tipo de anuncios, al margen de que se vayan a concretar, crea mucha incertidumbre. Y bien sabemos que si algo sobra en estos tiempos es incertidumbre.

Así lo confirma el “Informe sobre riesgos mundiales 2025″ del Foro Económico Mundial, que presenta las conclusiones de la Encuesta de Percepción de Riesgos Mundiales 2024-2025 (GRPS) aplicada a más de 900 expertos de todo el mundo. El documento analiza los riesgos mundiales situándolos en tres marcos temporales: actual, corto plazo (dos años) y largo plazo. Su objetivo es ayudar a los tomadores de decisiones a equilibrar las crisis actuales y las prioridades a más largo plazo.

Entre sus principales conclusiones señala que las perspectivas mundiales están cada vez más fracturadas en los ámbitos geopolítico, medioambiental, social, económico y tecnológico. “El optimismo es limitado, ya que el peligro de error de cálculo o de juicio por parte de los actores políticos y militares es elevado”, advierte. Y es que la mayoría de los encuestados (52%) prevé un panorama mundial inestable a corto plazo, una cifra que aumenta al 62% a diez años.

También empeoran las percepciones sobre los conflictos. El 23% considera que los conflictos armados entre estados son el principal riesgo actual, por lo que las consideraciones de seguridad nacional están empezando a dominar las agendas nacionales.

Sin embargo, el principal riesgo que se vislumbra hacia el 2027 es la desinformación, entendida tanto como la propagación de información falsa o incorrecta porque genuinamente se cree en ella o porque, sabiendo que no es verdad, se comparte deliberadamente para crear confusión o miedo entre la población. “La proliferación de contenidos falsos o engañosos está complicando el entorno geopolítico de muchas maneras. Es uno de los principales mecanismos de las entidades extranjeras para influir en las intenciones de los votantes; puede sembrar la duda entre el público en general de todo el mundo sobre lo que ocurre en las zonas de conflicto o puede utilizarse para empañar la imagen de productos o servicios de otro país”, precisa el informe.

Los potenciales riesgos de la inteligencia artificial (IA) todavía ocupan un lugar bajo a dos años, pero a diez años son uno de los riesgos que más aumentarán. En especial, la producción de contenidos falsos o engañosos a gran escala. En ese escenario, preocupan el discurso polarizador del nuevo inquilino de la Casa Blanca y su reticencia a basar sus afirmaciones en evidencia.

Aunque la preocupación por riesgos económicos claves como la recesión económica y la inflación ha disminuido desde el año pasado, sí son consideradas entre las principales causas de desigualdad. Y, de cara a la próxima década, figuran entre los diez principales riesgos.

Finalmente, aunque se prevé que los 33 riesgos de la GRPS empeoren en gravedad, los medioambientales presentan el deterioro más significativo. Se vaticinan fenómenos meteorológicos más extremos y continuos, pérdida de biodiversidad y colapso de los ecosistemas.

Como concluye el informe, resulta paradójico que cuando mayores niveles de cooperación mundial necesitamos, los principales países parezcan estar replegándose sobre sí mismos. Y que, cuando más necesitamos reforzar los lazos multilaterales para hacer frente a los retos comunes, Trump asuma un segundo mandato anunciando que retirará nuevamente a Estados Unidos del Acuerdo de París, abolirá el Green New Deal que apuesta por el uso de energías renovables, buscará retomar el control del canal de Panamá, entre otras acciones.

El Perú es una economía pequeña abierta cuyo crecimiento depende principalmente de factores externos. Por eso, lo que pase en el mundo indudablemente nos afectará. Esperemos que nuestras autoridades tengan la prudencia y la experiencia para capear los tiempos inciertos que se avecinan.