Querida ONU:
Revisé tu reciente ránking global de la felicidad, el cual lideran Suiza, Canadá, Suecia e Islandia, y que coloca al Perú en un alejado puesto 58 (incluso detrás de Venezuela, donde no andan muy dados al júbilo).
Sin perjuicio de anotar que varios seríamos definitivamente más felices si nos dedicásemos a preparar ránkings de felicidad en vez de a hacer lo que hacemos, debo decir que entiendo nuestra pobre ‘performance’: en Islandia los renos se encargan de la locomoción y te transportan cual dignatario, mientras que en el Perú donde no te arrolla un Orión te ametralla un sicario; y si bien en Venezuela el papel higiénico escasea, por acá parece que alguien los pañales se chorifatea.
Pero también quiero pedirte que no te dejes engañar por las apariencias (específicamente: Abugattás, Mulder, Cateriano y otros afines al gruñido no representan al alegre pueblo peruano) e invitarte a visitarnos durante la próxima campaña electoral para demostrarte que somos una nación feliz.
Pese a no ser uno de los países que lideran tu ránking, aquí constatarás que miles de candidatos que podrían estar en ‘canadá’ nos prometerán que viviremos en Suiza para finalmente hacerse los suecos. Suelen ser tiempos de bailes, puyazos y diversión que, como verás, si no nos hacen más felices, al menos nos hacen reír bastante.