En la lengua general, chicharrón tiene el sentido de “residuo de las pellas del cerdo, después de derretida la manteca”. En la América hispana, el Perú incluido, chicharrón es la ‘carne del cerdo picada en trozos pequeños y frita en su propia grasa’. Entre nosotros también se emplea la locución verbal saber a chicharrón de sebo, que significa ‘caer muy mal’. En su tradición “La monja de Ayacucho” Palma escribe: “… a los belicosos huantinos les supo a chicharrón de sebo el nombramiento [del subprefecto Remigio Jáuregui]” (Tradiciones peruanas completas, Madrid 1953, p. 1087).