En el Perú y otros países hispanoamericanos anillar se documenta con el sentido de ‘colocar una espiral de plástico o de metal para encuadernar hojas, generalmente fotocopiadas’. Su participio sustantivado, anillado, se refiere a este tipo de encuadernación. Anillado, -a también puede cumplir función adjetiva como en este ejemplo de Jaime Bayly en La lluvia del tiempo: “Dicho mamotreto anillado eran trescientas páginas...” (Lima 2013).