Designa todavía un conjunto de varias viviendas que comparten un patio en forma de pasaje; históricamente el nombre se explica porque quinta tenía el sentido de “casa de campo, cuyos colonos solían pagar como renta la quinta parte de los frutos” (DRAE 2001). Véase este ejemplo de Vargas Llosa en El pez en el agua (Barcelona 1993, p. 68): “Vivía en una quinta de casa color ocre…”. Como conjunto de viviendas urbanas de clase media, las quintas limeñas están siendo desplazadas por los edificios.