Conoce la propuesta de Taglio. (Fotos: Difusión/ Taglio)
Conoce la propuesta de Taglio. (Fotos: Difusión/ Taglio)
Sophia  Castillo Castro

En una zona de que ha vuelto a respirar cocina con entusiasmo postpandemia, Taglio abre sus puertas como esos lugares que no necesita gritar para hacerse notar. Inaugurado en 2020 —sí, en plena víspera del confinamiento global—, vive por propuesta. Su concepto: pizzas en cortes rectangulares, como su nombre sugiere, y pastas artesanales con combinaciones que buscan dejar huella.

La experiencia inicia con una entrada que sorprende por su simpleza efectiva. El ‘bowl primavera’ que junta tomates cherry rostizados con membrillos confitados, pesto, stracciatella y un toque de miel, todo acompañado de tostadas hechas con masa madre. El resultado: una ensalada que no se siente como ensalada. La dulzura del membrillo, lejos de incomodar, armoniza con los ácidos y el pesto, en una de esas mezclas que hacen salivar sin pedir permiso.

Las bebidas llegan como una especie de coctelería de autor en miniatura. “Rodgo”, preparado con ron Santa Teresa, aguaymanto machacado, canela, romero y ginger ale, se presenta como el trago ideal para quienes buscan frescura sin dulzura excesiva. En cambio, el Blueberry Spritzer —más frutal, más suave, y con un dejo de manzanilla— puede ser un poco empalagoso para algunos paladares, aunque perfecto para quienes buscan un cóctel ligero y aromático.

Rodgo es un espectáculo tanto para el paladar como para la vista. Presentado con una rama de romero ahumada, se vuelve una bebida que atrapada desde el primer sorbo.
Rodgo es un espectáculo tanto para el paladar como para la vista. Presentado con una rama de romero ahumada, se vuelve una bebida que atrapada desde el primer sorbo.

Pizza al corte: una manera distinta de probarlo todo

Pero aquí se viene por la pizza, y en cortes. Degustamos cuatro variedades: pesto, membrillo, champiñones y margherita. La de champiñones, enriquecida con aceite de trufa, salva con elegancia lo que podría haber sido una propuesta monótona. La de pesto, con tomates confitados, es una apuesta segura. Pero la de membrillo, con un giro dulce dentro del queso, se roba el show por su atrevimiento. El formato rectangular, además de práctico, permite probar más de una sin culpa (o casi).

La nota dulce de esta pizza es la sorpresa. Fue una de nuestras favoritas de la experiencia.
La nota dulce de esta pizza es la sorpresa. Fue una de nuestras favoritas de la experiencia.
/ Can-Fotografia-2020

La pasta también tiene protagonismo. Los ñoquis al funghi, si bien no fueron mis favoritos —quizá por el portobello, que no termina de conquistarme—, resultaron un acierto para mi acompañante, quien celebró el toque de trufa y la textura perfectamente lograda de la masa.

El gran final vino con una crosta en pan focaccia, rellena de jamón, pesto y más stracciatella. Crocante por fuera, suave por dentro y con ingredientes que, aunque conocidos, lograron brillar. Una de esas sorpresas que llegan sin previo aviso y se quedan en la memoria.

Taglio no pretende revolucionar la cocina italiana, pero sí reimaginarla con detalles que hacen la diferencia. Los precios son justos para la zona y la experiencia —acompañada a veces de música en vivo— es tan disfrutable como informal. Se puede reservar, aunque también se presta para una visita improvisada. Basta con revisar su Instagram.

Además…
¿Dónde?

Taglio se ubica en Av. Alcanfores 344, Miraflores.

Contenido sugerido

Contenido GEC