Los vecinos de la calle Las Gaviotas coinciden: desde el 23 de setiembre pasado, cuando miles de litros de aguas negras empezaron a arrojarse a la playa Arica, en Lurín, el hedor y los insectos transformaron su sueño de vivir frente al mar en una pesadilla pestilente.
“Cada cierto tiempo salía desagüe por el tubo, pero desde que se hizo permanente ni los perros quieren entrar al mar. Es horrible”, comenta Diana, quien reside en el balneario desde hace 12 años.
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— Sociedad El Comercio (@sociedad_ECpe) 10 de noviembre de 2016
Sedapal explicó que el desagüe se empezó a echar al mar porque la asociación Súmac Pacha tomó las instalaciones de la planta de tratamiento de Nueva Lurín (ver cronología). Esto obligó a declarar la playa Arica en emergencia sanitaria.
A raíz de este terrible daño ecológico, la Municipalidad de Lurín y Sedapal han acordado habilitar una tubería para desviar el desagüe hacia la planta de tratamiento de San Bartolo.
Así consta en un acta suscrita por el alcalde José Arakaki y Ramón Huapaya, gerente general de Sedapal, el pasado 3 de diciembre. El documento, al que tuvo acceso El Comercio, precisa que este 15 de diciembre entraría en funcionamiento una tubería de 2.700 metros de largo, debajo de las avenidas Separadora e Industrial (altura del km 36 de la Panamericana Sur).
La estructura, denominada línea de impulsión de desagüe, unirá la cámara intermedia de la planta de tratamiento de Nueva Lurín con su similar de San Bartolo. “Así se dejarían de descargar las aguas servidas al mar”, indica el documento.
Según Sedapal, esta es una medida temporal hasta que se pueda recuperar la planta de Nueva Lurín. La instalación de la tubería se inició días atrás.
Comerciantes y veraneantes que ya frecuentan playa Arica dijeron estar al tanto del anuncio, aunque subestimaron los estudios de la Autoridad Nacional del Agua (ANA) y la Dirección General de Salud Ambiental (Digesa), que concluyeron que hay boro, coliformes fecales y bacterias que causan el cólera en el mar.
“La playa se limpia sola. Además, por la corriente [marina], todo se va hacia el norte. Arica estará bien”, observó una vendedora de cebiches.
—Alternativas cercanas—
Fuentes de la ANA informaron que aún está en evaluación el posible impacto que las aguas servidas de Arica tuvieron en playas cercanas como Los Pulpos, San Pedro o Mamacona.
De acuerdo con la Policía de Salvataje, la corriente marina va de sur a norte, lo que haría prever que si hubo alguna alteración, esta afectaría a balnearios más cercanos a Lima y no a los que están pasando Lurín.
Punta Hermosa, el distrito más próximo a Lurín en dirección sur, ha adoptado medidas para proteger a los 15 mil veraneantes que visitarán sus 4 kilómetros de litoral. El alcalde Guillermo Fernández mencionó entre ellas la declaratoria de intangibilidad de la playa El Silencio y la instalación de 14 cámaras de seguridad en los ingresos al balneario.
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