(El Comercio)
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Ana Briceño

Caminar por algunas calles de La Victoria es un desafío para la salud. Según el Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA), en este distrito hay más de 20 zonas con montículos de residuos sólidos o en veredas y bermas centrales que dañan la salud de los vecinos.

Sin embargo, ese no es el único distrito con focos infecciosos. Villa El Salvador, Cercado de Lima, Villa María del Triunfo, entre otros, también forman la lista de 13 comunas de la capital en donde están distribuidos 341 puntos críticos o sucios.

En 30 distritos de Lima Metropolitana, los responsables del recojo de los residuos sólidos, que a diario producen los vecinos, son empresas privadas concesionarias, mientras que en 13 distritos, los encargados de esa faena son los municipios, de manera directa, según la OEFA.
Una encuesta del 2016 del observatorio ciudadano Lima Cómo Vamos concluyó que el cuarto problema ambiental más grave para los vecinos de Lima y Callao era el sistema de recojo de la basura. El primero fue la contaminación por vehículos.

—Sobran los motivos—
Ericson Huamán, coordinador de Residuos Sólidos de la OEFA, explica que hay basura acumulada en las calles por falta de cobertura del servicio y porque los vecinos no son concientizados en el buen manejo de residuos.

“Si dejo la basura en este lugar es porque el camión no pasa por mi casa, no porque sea cochina”, aclara una mujer, luego de arrojar una bolsa negra en la cuadra 8 de la Av. Bausate y Meza, en La Victoria.
“Sin recursos es complicado prestar un buen servicio. Hay municipios con altas tasas de morosidad, por lo que no tienen cómo financiar este servicio”, dice el funcionario de la OEFA.

Otro factor que causa este problema es que algunas empresas concesionarias omiten la ruta prevista o los horarios para el recojo de basura. Entre las compañías a las que se les han impuesto penalidades por incumplir sus labores, destacan Innova Ambiental y Petramás, según la OEFA.

Huamán, sostiene que el recojo de basura es una pieza dentro del sistema del manejo y gestión de los residuos sólidos a cargo de los municipios. En el 2016, la OEFA hizo una evaluación sobre el cumplimiento de las funciones de cada comuna en este tema. Se tomó en cuenta si los municipios habían formalizado a recicladores, barrido de calles, si se contaba con programa de reciclaje, si había reaprovechamiento de residuos sólidos, entre otros indicadores. La Molina obtuvo una calificación de 20, la nota máxima, mientras que Chorrillos, 4,2.

“Hay distritos que sí cuentan con los planes de manejo, con programas de segregación, ordenanzas, pero todo está en papel, no lo ponen en práctica y eso es lo más importante”, recalca Huamán.

—¿Adónde va todo?—
En el Perú hay 34 rellenos sanitarios (destino final de la basura), pero, según el Ministerio de Ambiente (Minam), se requieren 270. En Lima hay cinco rellenos sanitarios (Carabayllo, Lurín, Huaycoloro, Cañete y Ventanilla).

Ante la falta de estos espacios, se opta por abandonar los residuos sólidos en botaderos, casi siempre en las periferias de las ciudades. En el Perú, hay más de 1.400 botaderos, de los cuales 54 están en la región Lima (ver infografía) .

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Giuliana Becerra, jefa de la Dirección General de Calidad Ambiental del Minam, asegura que se habilitarán 21 rellenos sanitarios. “Según el reglamento de la ley de residuos sólidos, los botaderos se pueden reconvertir para instalar ahí rellenos sanitarios”, precisa.

Mariana Alegre, coordinadora de Lima Cómo Vamos, dice que no hay una cultura de reciclaje promovida por municipios y de aprovechamiento de residuos para generar otros recursos.

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