Pisapapeles. Esta semana comentamos los libros "Sisma: poema documental" de Paul Guillén y "Ensayos semióticos" de Óscar Quezada.
Pisapapeles. Esta semana comentamos los libros "Sisma: poema documental" de Paul Guillén y "Ensayos semióticos" de Óscar Quezada.
Juan Carlos Fangacio Arakaki

“Sisma: poema documental”

Autor: Paul Guillén.

Páginas : 92.

Editorial: Pesopluma.

Como una esponja urbano-contemporánea y a la vez histórica, Guillén absorbe múltiples y variopintas referencias para ir construyendo este poemario en el que caben noticias sensacionalistas, estudios filosóficos, manifiestos políticos y hasta humoradas cercanas al meme de Internet. Pero a lo largo de esa aparentemente caótica dispersión asoma la idea del sismo como desgracia latente y también como fractura, dislocación.

Por eso las imágenes iniciales corresponden al traumático terremoto de agosto del 2007, con sus muertos y sus misteriosos destellos en el cielo, pero pronto se desvían hacia otras tragedias nacionales como la desquiciada violencia de los años 80 y 90 o la más reciente provocada por la pandemia del COVID-19.

Hay también una fractura traducida en ideas de identidad, como el poema que repite aquello de “Todos los garcilacistas discrepan en algo, discrepan entre ellos...” o el que explora la extraña teoría del imperio Inca fundado por un japonés. Y conforme se acerca a su final, el libro empieza a despojarse de su retórica de imágenes y otros recursos visuales para encauzarse hacia una poesía más pura, donde encuentra sus mejores pasajes en piezas como “Derrumbes catedralicios” o el bello “Peces del Mar del Norte”, que sirve de sereno y notable cierre.

“Ensayos semióticos”

Autor: Óscar Quezada.

Páginas : 294.

Editorial: Universidad de Lima.

Aunque los ensayos que componen el libro de Quezada Macchiavello puedan dar la impresión de una arbitrariedad temática, su agrupamiento está justificado como una forma de construir la propia mirada del autor desde su bagaje semiótico. Uno que combina con éxito la rigurosidad científica con “las vibraciones pasionales” –como señala Fernando Iriarte en el prólogo–, y que devela su habilidad para abordar con buen criterio diferentes expresiones sociales, artísticas y culturales.

Es por ese motivo que se divide en tres bloques bien definidos: el primero examina el recordado y polémico Caso Luchetti, que acaparó gran atención periodística en los años 90, y que se anticipó a las tensiones políticas ligadas al cuidado del medioambiente (hoy mucho más mediáticas que antes).

La segunda parte está dedicada algunas dimensiones del mito, desde su génesis teórica hasta su especial manifestación en el “Manuscrito de Huarochirí”. Mientras la tercera parte, quizá la más atractiva, ahonda en los estudios literarios de obras de Borges, Vallejo o Arguedas.

Más allá de su especialización –que seguramente interesará a unos más que a otros–, los ensayos de Quezada revelan una lectura y un método propios para encarar el mundo de sentido que habitamos.


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