Todos habíamos perdimos la fe en el fútbol peruano, y cada uno poseía una razón personal. La de Santiago Roncagliolo se basa en un partido concreto, jugado en el Estadio Nacional, el 3 de agosto de 1988. Hincha del Alianza Lima, asistió al partido que se jugaba contra Universitario por la Copa Libertadores. Cuando los íntimos perdían 2-0, tres jugadores habían sido expulsados y otros dos fingían lesiones. Con solo seis futbolistas en el campo, el árbitro decidió suspender el juego y Alianza evitó con ello la goleada. Los hinchas aún recuerdan ese duelo al que llamaron el clásico de la vergüenza. "Entonces en Lima había atentados todos los días, mis padres se estaban divorciando y yo odiaba mi colegio. Pensé que sufrir por el fútbol era algo completamente innecesario".
Han pasado 30 años, y Roncagliolo confiesa haber recobrado la fe en el fútbol gracias a la clasificación al Mundial de Rusia. "Yo era el tipo odioso y cínico con el que nadie quería sentarse a ver fútbol porque me dedicaba a regodearme en nuestra miseria. Creo que el cinismo te protege contra el dolor, pero también te vacuna contra la ilusión. Y de eso se trata el fútbol finalmente", explica.
"Los peores partidos de mi vida" es el libro donde el autor de "Abril rojo", a manera de una conversación entre un padre y su hijo, da cuenta de años de decepciones futboleras y de una esperanza recuperada. Cuenta la historia de un grupo de jóvenes hinchas en los que cualquier peruano de su generación puede identificarse.
Por su parte, Víctor Aguilar, ilustrador de El Comercio y tenaz pelotero, es el responsable de llevar al pincel este relato que remata directo al corazón del hincha. "Yo también lo viví, nadie me lo ha contado. Y cuando leí el texto de Santiago, me dio pie para hacer volar la imaginación y recordar lo vivido", afirma el artista.
—Aquellos partidos—
"Los peores partidos de mi vida" nació de un artículo publicado por el escritor en las páginas de Opinión de este Diario, donde confesaba su desencanto por un lado y su admiración por aquellos que siempre creyeron en la selección. "Escribir un libro para niños te permite jugar. Y por ello hice una encuesta en las redes sociales preguntando por los peores momentos del fútbol peruano. Respondieron 200 personas, recordándome el 5-1 con Polonia en España 82, el gol fallado por el 'Cóndor' Mendoza ante Ecuador, el 6-0 a favor de Uruguay con el entrenador Chemo del Solar insultando a sus propios jugadores. ¡Esos partidos fueron seleccionados por aclamación popular!", ríe Roncagliolo.
Mientras tanto, Aguilar no solo dibuja a los seleccionados en la cancha, sino que incorpora la historia de los pequeños hinchas frente al televisor de blanco y negro o color. "Lo que hizo Víctor fue retratar el momento que todos recordamos, un recuerdo muy etéreo de un partido, un gol fallido, una eliminación. Y creo que lo resolvió muy bien", explica Roncagliolo.
¿Cuándo recuperaron ambos la fe? Aunque Roncagliolo aclara que se mantuvo escéptico hasta el 2-0 con Nueva Zelanda, reconoce el partido con Ecuador como el punto de inflexión en las Eliminatorias. Aguilar, por su parte, empezó a sacar cálculos optimistas a partir del 4-1 con Paraguay. "Yo decía que si clasificábamos iba a ser por una serie de coincidencias milagrosas. Pero después de ver ganar a Perú en Asunción 4 a 1, saqué la calculadora pensando que clasificar era posible", dice.
—La precaria ilusión—
El escritor cita una tarde en Montevideo, cuando en un bar de la ciudad veía por televisión el partido donde la selección charrúa se imponía a Ghana en cuartos de final en el Mundial de Sudáfrica 2010. "Había un grupo de ancianos que, 60 años antes, vivieron la final en el Maracanazo, y en esa tarde victoriosa les advertían a los niños: 'Nene, acordate, porque nosotros hemos tardado 60 años en volver a ver esto'", recuerda.
Para Roncagliolo, un fenómeno parecido ocurre con los hinchas peruanos, reflejado en su obsesión por el álbum Panini o en sus planes de vender el auto usado para viajar a Rusia. "La gente piensa que esta es una ocasión única, que podrían pasar otros 36 años sin volver a ir a otro Mundial", dice. Coincidiendo, Aguilar considera que 36 años sin ver jugar al Perú lleva a muchos a hacer locuras. "Es una fiebre que tiene que ver con muchos años de expectativas postergadas. Conozco gente que, a pesar de estar hasta el cuello económicamente, viajará a Rusia. Piensan que es algo que no va a repetirse, pues dudan de que volvamos a clasificar en mucho tiempo", dice.
Pero quizá los más apasionados hinchas de este libro sean los vástagos de esta dupla creativa. Mateo, el hijo de Santiago, es un catalán fanático del Barça con la 9 de Guerrero como segunda piel, mientras que Juan Pablo, de 6 años, le dice a Víctor que quiere llegar a ser como el 'Orejas' Flores. "Siempre escribo mis cuentos infantiles con mis hijos. De hecho, ellos colaboran con sus ideas, sugerencias y preguntas", cuenta Roncagliolo. Y Aguilar, cómo no, tiene a sus hijos de auditorio al dibujar. "Mi motivación más grande es hacer algo que les guste. Que disfruten de mis libros ilustrados, como yo lo hacía de niño", añade.
Más información
"Los peores partidos de mi vida"
Título: “Los peores partidos de mi vida”.
Autor: Santiago Roncagliolo
Editorial: Xilófono
Páginas: 18
