
Equilibrio de baja letalidad
Resumen generado por Inteligencia Artificial¿En el Perú cabe el riesgo de que haya atentados contra candidatos como ha ocurrido en Colombia y Ecuador? En los últimos cinco años en Ecuador ha habido casi 100 asesinatos políticos (de candidatos, alcaldes, jueces, etc.), en México alrededor de 200 y en Colombia cientos. En el Perú solo dos: el del teniente gobernador de San Juan de Lurigancho y el del teniente alcalde de Santa Anita. Lo que hemos tenido ha sido el homicidio de 15 choferes, 100 mototaxistas y cinco dirigentes de construcción civil por extorsionadores, y de 20 lideres indígenas en la selva.
Y si bien hay distritos o provincias con una tasa de homicidios muy alta (Rinconada y Pataz con más de 50 /100 mil, por la criminalidad minera), la tasa nacional de homicidios (8 /100 mil) es todavía baja con relación a Ecuador (40), Colombia (26) y México (26).
¿A qué se debe esta menor letalidad del crimen en el Perú pese a que somos el segundo productor mundial de cocaína, poseemos una minería ilegal cuatro veces más potente que el propio narcotráfico, una industria de la extorsión muy extendida, tráfico de terrenos, etc.?
Una razón es que acá no hay organizaciones narco criminales grandes que disputen entre ellas el control de las rutas de la droga y de los puertos –o necesiten eliminar figuras públicas opositoras– como Los Lobos, Tiguerones y Choneros en Ecuador o los carteles de México o las FARC de Colombia. Acá las bandas son pequeñas, clanes familiares. Pero están ingresando los Tiguerones a Tumbes y Paita y el Comando Vermelho y Comando de la Capital brasileros a Loreto y Ucayali.
Una segunda razón es que en el Perú el combate al narcotráfico es más débil: en el 2023 Ecuador incautó 200 TM de cocaína, Colombia 746 (el 30% de su producción) y el Perú apenas 34 (el 4,5%). Los narcos encuentran poca resistencia o corrompen. Aquí hay un dilema moral: menos represión versus más muertos.
¿Qué hechos podrían romper este “equilibrio de baja letalidad”? Uno sería un posible efecto globo ecuatoriano, si Noboa tiene éxito en su estrategia de seguridad ahora que el Congreso le ha aprobado una ley anticriminal dura y que EE. UU. reinstale una base militar en Manta. Entonces el grueso de la droga colombiana terminaría saliendo por puertos peruanos, incluido quizá el Callao, a cargo de las grandes bandas ecuatorianas. Hay que pedir ayuda norteamericana para impedirlo.
Si el combate al narcotráfico fuera mucho más fuerte en la selva, las organizaciones brasileras podrían decidir penetrar más profundamente, salvo que la interdicción sea aérea o marítima. Y si la estrategia en marcha contra la minería ilegal funciona, las organizaciones de la minería criminal podrían decidir atacar puestos de control o atentar contra autoridades encargadas. Hasta ahora la minería ilegal no solo no tuvo resistencia, sino que fue facilitada por el Reinfo. Pero parte de la estrategia es la eliminación policial de esas organizaciones y en la medida en que la formalización avance, se reduce el problema.
Las extorsiones avanzan porque el Estado no actúa para que las operadoras den la información del IP de los celulares a la policía.
Para enfrentar la criminalidad hay que entenderla.

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