Editorial El Comercio

“Hay una campaña muy fuerte contra mi persona que no es de ahora, es ya de hace bastante tiempo”. Con estas palabras, trató de desacreditar la portada de ayer de este Diario en la que recogimos las declaraciones del empresario Elard Tejeda, quien el lunes confirmó ante el Poder Judicial haberle pagado una coima de S/1 millón en el 2014, tal y como informamos en el 2020. “Han pasado cuatro años y la noticia sigue siendo la misma”, añadió, quizá sin darse cuenta de que el hecho de que el delator se haya reafirmado en su denuncia, esta vez en una audiencia judicial, no le resta credibilidad, sino que le da más peso.

Como recordamos, el 11 de octubre del 2020, este Diario reveló que Tejeda, entonces aspirante a colaborador eficaz del Ministerio Público, había contado que a finales del 2013 pactó con el entonces gobernador de Moquegua un soborno de S/1 millón a cambio de información clave para ganar la buena pro del proyecto Lomas de Ilo, que estaba a cargo de la Oficina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos (Unops). Según Tejeda, Vizcarra les dijo que debían reformular su propuesta inicial (de más de S/86 millones) a una que no excediese los S/81 millones. Así lo hicieron y el consorcio integrado por Obrainsa –la empresa de Tejeda– y Astaldi obtuvo la licitación el 25 de noviembre del 2013.

En retribución, Tejeda contó que le pagó S/1 millón a Vizcarra en el 2014 en dos armadas, que el dinero fue cobrado del banco por un conserje de su empresa para que luego fuera entregado al exmandatario en sobres manila y que, como parte del pago, la compañía también alquiló un vuelo que llevó a un grupo de funcionarios del Gobierno Boliviano hasta Moquegua en diciembre del 2013 a pedido de Vizcarra. Todo esto que recogimos en el 2020 ha sido ratificado este lunes por Tejeda en el juicio contra el expresidente. Pero no se trata solo de sus dichos. En este Diario hemos informado que Vizcarra llamó 15 veces a Tejeda en los días previos al presunto desembolso del soborno (¿a qué se debió tanta insistencia?). Hemos publicado los cheques girados al conserje de Obrainsa por los montos descritos. Hemos revelado el intercambio de correos en los que Vizcarra y la secretaria de Tejeda coordinan los detalles del mencionado vuelo. Hemos demostrado que, pese a que Unops se encargó de licitar el proyecto Lomas de Ilo, la decisión final la tenía el gobernador de Moquegua. Y mucho más.

A todo esto, Vizcarra llamó ayer “patrañas”. A nosotros, más bien, nos parecen evidencias, evidencias que delinean un caso bastante sólido que podría terminar enviándolo a prisión por 15 años.

Editorial de El Comercio

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