"Seguiremos investigando y difundiendo con el mismo ahínco y responsabilidad cualquier otro asunto que revista interés público" (Foto: Reuters/Angela Ponce).
"Seguiremos investigando y difundiendo con el mismo ahínco y responsabilidad cualquier otro asunto que revista interés público" (Foto: Reuters/Angela Ponce).
/ ANGELA PONCE
Editorial El Comercio

Las organizaciones públicas que dan soporte institucional al equilibrio de poderes y al sistema democrático son fundamentales. Frente a posibles afanes de expansión indebida del poder Ejecutivo, instituciones como el Congreso, la fiscalía, el Poder Judicial, el Tribunal Constitucional o el Banco Central de Reserva (BCR) tienen un rol indispensable.

Pero las instituciones públicas no son suficientes. Una verdadera red de protección democrática requiere también de la colaboración de la sociedad civil, y es aquí donde destaca sobremanera el papel de la prensa. El periodismo pone los reflectores sobre aquellos actos u omisiones que el poder político quisiera mantener bajo sombra, y de este modo contribuye decisivamente al control del poder y a la rendición de cuentas. No es casual que uno de los primeros puntos de agenda en cualquier proyecto político autoritario sea el control parcial o total de los : los ejemplos regionales más claros están en Cuba y Venezuela, pero tintes similares se pueden encontrar también en la historia reciente de Ecuador y Argentina.

Es por eso que resulta tremendamente preocupante la actitud del Gobierno y de miembros de con respecto al papel del periodismo independiente. Cuando candidato, optó por una estrategia de alejamiento de los medios de comunicación. Las pocas entrevistas que concedió parecieron más forzadas por las circunstancias que nacidas de un ánimo sincero de dar a conocer sus ideas políticas.

Mucho más preocupante, no obstante, es que se mantenga el mismo silencio una vez en el poder. Las instancias son varias. No ha habido una entrevista a medios a pesar de llevar ya más de 10 días como presidente de la República. Su primer impulso fue despachar desde la privacidad de una casa en el distrito de Breña, vulnerando reglas básicas de transparencia sobre la labor del jefe del Estado. La juramentación del Gabinete se tuvo que cubrir con una prensa sin acceso al Gran Teatro Nacional de San Borja. Algo similar sucedió también esta semana en la ceremonia de reconocimiento del presidente Castillo como jefe supremo de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional en Palacio de Gobierno. Estas ceremonias solo fueron transmitidas por canales oficiales, con el resto de los periodistas observando tras las rejas.

Por el momento, estos son actos relativamente menores en términos periodísticos, pero ilustran nítidamente la actitud desafiante del Gobierno hacia los medios independientes y son un campanazo de alerta sobre lo que podría venir. Es en ese espíritu que se enmarcan también las declaraciones del congresista de Perú Libre , quien pidió esta semana a la prensa que deje de “estigmatizar” a los partidarios oficialistas y que no se preste al “juego del ‘terruqueo’”. “Ustedes [la prensa] y los dueños de los medios de comunicación que actuaron en toda la segunda vuelta en favor de la candidata de la corrupción, de la heredera de la dictadura, ustedes también tienen responsabilidad de que no haya sucesos de violencia en este país”, dijo Bermejo en un mitin de la plaza San Martín, mientras sus simpatizantes acosaban a los periodistas que cubrían la actividad.

Los medios de comunicación hemos ido progresivamente destapando los varios escándalos relacionados a los primeros nombramientos en la administración del presidente Castillo, y seguiremos investigando y difundiendo con el mismo ahínco y responsabilidad cualquier otro asunto que revista interés público. Este Diario ha reforzado su para responder con firmeza a los tiempos que se avecinan; otros medios –estamos seguros– van en el mismo camino. Nuestro deber está del lado de la verdad y de nuestros lectores, y ninguna reja impedirá que lo cumplamos.

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