Gonzalo Bedoya

El pasado 26 de marzo, la presidenta del Perú, Dina Boluarte, convocó elecciones generales para abril del 2026. Sin embargo, la kilométrica lista de más de 40 partidos no parece, en absoluto, esperanzadora.

Para no enredarnos con tan incomprensible cantidad de partidos, repasaremos a cinco de los que se alzan como los principales contendientes en esta carrera electoral. Como es evidente, también analizaremos a sus líderes políticos.

Con las manos temblorosas –y una denuncia respirándome en la nuca–, comencemos por APP, el partido del siempre enigmático César Acuña, el gobernador de La Libertad. Esta región en los últimos seis años ha cuadruplicado sus cifras de extorsión. Cuesta imaginar cómo alguien que no ha podido frenar el avance de la inseguridad en una sola región podría liderar con éxito un país entero. Pero, bueno, supongo que los milagros políticos a veces se escriben en prosa.

Pasemos al exmandatario y líder de Perú Primero, Martín Vizcarra. Tuvo un momento de apoyo importante durante la pandemia, pero lo empañó todo con el tristemente célebre episodio del ‘Vacunagate’. La presencia del expresidente es imposible en este momento porque está inhabilitado, pero quizá habrá otro Vizcarra en las próximas elecciones. Habrá que seguir de cerca al exmandatario.

Otro personaje que ha tratado de ganar popularidad en redes es Rafael López Aliaga (RLA). El actual alcalde de Lima lidera el partido de Renovación Popular y no sería raro que quiera sumarse a la contienda. RLA también supo disminuirse hasta rozar el suelo al hacer alcalde por unas horas a un creador de contenido estadounidense que semanas después insultaría con comentarios racistas.

Finalmente, el dúo que le indica el norte a nuestro Legislativo: Keiko Fujimori y Vladimir Cerrón. Ambos líderes de Fuerza Popular y Perú Libre, respectivamente. Fujimori es conocida por su habilidad para llegar a segunda vuelta y no ganarla. Mientras que Cerrón sostiene su protagonismo político a pesar de su condición de prófugo por más de un año.

¿Qué hacer? Me encantaría tener el mapa que nos guíe en la tormenta, pero no lo tengo. Dejando de lado la posibilidad de no votar, aún hay una esperanza: tenemos una lista muy larga por explorar. Tal vez, luego de mucho tiempo, encontremos algo de esperanza y no tengamos que volver a jugar el “¿qué prefieres?” menos gracioso de la historia.



*El Comercio abre sus páginas al intercambio de ideas y reflexiones. En este marco plural, el Diario no necesariamente coincide con las opiniones de los articulistas que las firman, aunque siempre las respeta.

Gonzalo Bedoya es estudiante de Comunicación y Publicidad en la Universidad Científica del Sur

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