El Congreso creó una comisión ‘vacunagate’: ¿Sirven estos grupos especiales?

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La comisión ‘vacunagate’ será la cuarta creada en este periodo extraordinario que arrancó el 16 de marzo del 2020. Hasta la fecha, ninguno de los grupos creados ha dado resultados concretos traducidos en un informe final.

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Como se aprecia en el cuadro, un recurrente problema es que las comisiones no se instalan inmediatamente después de ser creadas. En este periodo han demorado al menos un mes, y esto responde a que las bancadas no toma una decisión rápida sobre sus representantes.

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Un grupo de trabajo no se puede instalar hasta no tener a todos sus miembros para la elección de la Mesa Directiva (que incluye el presidente). Pero se han registrado casos extremos, especialmente en el periodo disuelto 2016-2019, donde se alargaron tanto los plazos que la investigación perdió interés y terminó encarpetada.

Algunas comisiones llegan a presentar sus informes finales pero nunca son vistos en el pleno. En el periodo disuelto, la Comisión Madre Mía presentó sus conclusiones a finales del 2018 y, hasta el 30 de setiembre del 2019, nunca fueron debatidas en el hemiciclo.

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Los grupos de trabajo para investigar gestiones presidenciales son los que suelen generar más atención mediática. La única excepción fue en el periodo 2016-2019, donde la comisión que investigaría la gestión de Ollanta Humala nunca presentó sus conclusiones. Dicho grupo fue liderado por Daniel Salaverry, actual candidato presidencial de Somos Perú.

En un informe publicado por este Diario, el excongresista Mauricio Mulder indicó que las comisiones investigadoras del Congreso fueron útiles, entre el 2001 y el 2003, respecto a toda la corrupción del gobierno fujimorista. Según dijo el aprista, el papel que cumplen las comisiones investigadoras depende de quién tenga la mayoría en el Congreso.

El excongresista Víctor Andrés García Belaunde tuvo una opinión más crítica acerca de las comisiones investigadoras. “El 70% no hace mucho, son mucha bulla. Son para contentar a la opinión pública, seguir de cerca un proceso y empujar a la fiscalía y al Poder Judicial”, lamentó.

Pero García Belaunde cree que en ocasiones sí tuvieron éxito y citó el caso de Rodolfo Orellana Rengifo, en prisión mientras se le investiga por lavado de activos. “Si desde el Congreso no se hubiera impulsado, Orellana nunca hubiera caído. Recuerden que se detectó que tenía influencia hasta en las entidades judiciales”, sostuvo.

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