Trabajo de prevención y mitigación se reforzó desde el 9 de febrero, tras los primeros desbordes. (Foto: Presidencia)
Trabajo de prevención y mitigación se reforzó desde el 9 de febrero, tras los primeros desbordes. (Foto: Presidencia)
Jonathan Castro

Al retornar de su primer viaje al sur del país para inspeccionar los daños causados por los y desbordes de ríos, el presidente ordenó a cada ministro que asumiera la coordinación de las labores de prevención y rescate en las 25 regiones. La decisión se tomó a modo de prevención luego de que el advirtiera que las lluvias intensas se repetirían en el norte.

Su labor consistió en trabajar junto a gobernadores regionales, autoridades locales y funcionarios de Indeci y los centros de operaciones de emergencia regional (COER) para identificar las necesidades y transmitirlas a los sectores correspondientes para su atención.

Los ministros fueron distribuidos priorizando las necesidades de las zonas más golpeadas por la emergencia. Así, por ejemplo, el ministro de Agricultura, Gustavo Mostajo, fue designado a Arequipa, donde se perdieron campos de cultivo; mientras los titulares de Transportes y Comunicaciones, Edmer Trujillo; Vivienda y Construcción, Javier Piqué; y de Salud, Zulema Tomás, fueron encargados de Moquegua, Piura y Tacna, respectivamente.

El gobernador regional de Moquegua, Zenón Cuevas, considera que la relación con el Ejecutivo fue positiva. “Creemos que sí se ha dado respuesta, quizá no con la organización que hubiéramos querido pero se ha hecho”, afirma.

También califica de positiva la relación con el ministro Trujillo, quien años atrás fue gerente de ese gobierno regional, para rehabilitar las vías de acceso, y centralizar información de todos los sectores para llevar ayuda humanitaria, maquinaria, y atender urgencias.

La estrategia de distribuir ministros a regiones ya se había utilizado para atender las regiones afectadas por el friaje, a mediados del año pasado, y durante el fenómeno de El Niño costero, en la gestión de Pedro Pablo Kuczynski.

“Lo bueno de tener un ministro en cada región es que te permite tener una red de contactos de alto nivel que puedan ejecutar rápidamente lo más necesario. Ha sido una experiencia satisfactoria”, afirma el ministro de Educación, Daniel Alfaro, designado a Lambayeque, en diálogo con El Comercio.

Para el director de la ONG Predes, especializada en prevención de desastres, Gilberto Romero, la actuación del Ejecutivo fue rápida y aceptable para atender necesidades y liberar cuellos de botellas.

En su opinión, uno de los principales problemas fue que el Ministerio de Economía no haya liberado en estos primeros meses –período que coincide con la época de lluvias– el dinero que las autoridades locales gastarán durante el año. Las declaraciones de emergencia ayudaron a disponer del dinero de forma más rápida para reparar sistemas de agua y encontrar soluciones a las primeras inundaciones.

Mary Mollo, especialista en prevención de desastres, considera que las medidas tomadas por la gestión de Vizcarra acercan a los tres niveles de gobierno: nacional, regional y local.

El problema que ha observado es que en algunas zonas afectadas, como en Mirave, las autoridades locales se enfrentan a decisiones técnicas impartidas por autoridades del Ejecutivo. “Todos deben tener una misma voz para que la población siga una sola línea”, añade.

FALTÓ PREPARACIÓN:

Problemas en cambio de gestión

El gobernador regional de Moquegua, Zenón Cuevas, afirma que una de las complicaciones fue que al asumir el cargo en enero no encontraron planes de contingencia para actuar frente a las emergencias.

Para Gilberto Romero, director de la ONG Predes, esta situación es frecuente, pues en ocasiones las autoridades salientes se llevan documentación o borran el material de los archivos de las entidades. Además, en los primeros meses se nombran funcionarios que no necesariamente tienen la preparación requerida en prevención de desastres.

Como la temporada de lluvia coincide con el cambio de gestión, Romero señala que el Indeci había recomendado que los nuevos gobernantes no cambiaran a los encargados de la prevención de desastres, pues se trata de puestos técnicos. Las inundaciones llegaron en un momento en que los gobiernos locales no estaban preparados.

Inconvenientes

Los mayores inconvenientes estuvieron relacionados al levantamiento de información por las autoridades locales en las zonas afectadas. Fuentes del Ejecutivo explicaron que al acudir a áreas alejadas para tomar las primeras acciones los datos diferían de la realidad.

La especialista Mary Mollo señala que en la etapa preventiva se debe cambiar de chip: considerar la gestión de riesgos como un proceso social y educativo, no solo de ingeniería, en el que se piense en el manejo de las cuencas antes de la época de inicio de lluvias.