“F1: La película”
2025
Cine
Director:
Joseph Kosinski
Actores:
Brad Pitt
Género:
Duración:
Clasificación:
"F1: La película" se estrena este jueves 26 de junio. (Foto: Warner Bros.)
"F1: La película" se estrena este jueves 26 de junio. (Foto: Warner Bros.)

Escucha la noticia

00:0000:00
“F1: La película”: más que una cinta de carreras, es pura pasión - Reseña
×
🎧 Escucha esta noticia para estar siempre
informado
×
⚡ Entérate de lo más importante en segundos
Resumen de la noticia por IA
“F1: La película”: más que una cinta de carreras, es pura pasión - Reseña

“F1: La película”: más que una cinta de carreras, es pura pasión - Reseña

Resumen generado por Inteligencia Artificial
La IA puede cometer errores u omisiones. Recomendamos leer la información completa. ¿Encontraste un error? Repórtalo aquí
×
estrella

Función exclusiva para usuarios registrados y suscriptores.

, dirigida por Joseph Kosinski, es mucho más que un drama deportivo. Es una carta de amor a la adrenalina pura, al rugido de los motores y a la esencia romántica de las carreras. Si con "Top Gun: Maverick" Kosinski redefinió la acción aérea, aquí repite la hazaña llevando la cámara (y al espectador) al mismísimo corazón de la pista de Fórmula 1. Brad Pitt lidera un elenco lleno de carisma, y junto a Damson Idris, Javier Bardem y Kerry Condon, convierte cada escena en un duelo de velocidad, emoción y humanidad.

En Saltar Intro de El Comercio te damos nuestra opinión de “F1: La película”

Newsletter Saltar Intro

Alfonso Rivadeneyra

Brad Pitt como el antihéroe perfecto: Sonny Hayes

Brad Pitt encarna a Sonny Hayes, un veterano de las pistas con un pasado turbulento: una promesa rota por un accidente brutal y una vida nómada marcada por la adicción a la adrenalina. Ahora vive en una van y participa en carreras ocasionales, hasta que su viejo amigo Ruben (Javier Bardem), dueño del equipo APXGP, le ofrece una última oportunidad de redención.

Sonny no solo es un piloto talentoso; es un símbolo del espíritu indomable, de la pasión que no envejece. Pitt lo interpreta con una mezcla perfecta de ironía, melancolía y magnetismo, logrando que incluso sus momentos más absurdos (y hay varios) se sientan auténticos. No es simplemente el regreso de un campeón caído, es la epopeya de un hombre que busca una última victoria, no contra los demás, sino contra sí mismo.

MIRA: Hasta 57% de dscto. en lo mejor del entretenimiento. Conoce todas las promociones aquí

Damson Idris brilla como la nueva estrella del automovilismo

Como Joshua Pearce, el joven prodigio que comparte escudería con Sonny, Damson Idris entrega una actuación magnética. Su personaje es arrogante pero vulnerable, competitivo pero carismático. Es el contrapunto perfecto para el veterano Hayes, y su química en pantalla con Pitt es uno de los grandes motores emocionales del film.

La relación entre ambos no cae en los clichés fáciles del mentor y el pupilo. Es más compleja, con roces, desafíos y finalmente respeto mutuo. El personaje de Idris no solo está a la altura del de Pitt, lo desafía, lo empuja, lo redefine. Es sin duda una revelación.

Brad Pitt y Damson Idris en la línea de carrera con pilotos profesionales de la Fórmula 1. (Foto: Warner Bros.)
Brad Pitt y Damson Idris en la línea de carrera con pilotos profesionales de la Fórmula 1. (Foto: Warner Bros.)

Técnica cinematográfica de vanguardia: un logro histórico

Kosinski lleva la inmersión a otro nivel. Usando cámaras de tamaño reducido instaladas directamente en los autos, consigue una cercanía sin precedentes con la pista. Puedes sentir el rugido del motor, ver cómo las llantas queman el asfalto y prácticamente oler el caucho. Este nivel de realismo es simplemente deslumbrante.

Los autos fueron adaptados desde monoplazas de Fórmula 2, conducidos realmente por los actores en circuitos reales durante fines de semana de carreras oficiales. La película se filmó en medio de los Grandes Premios de la temporada, con cameos de pilotos, ingenieros y personalidades del paddock. Lewis Hamilton, productor del film, aportó su experiencia para que cada detalle técnico sea verosímil. El resultado es un festín visual que cautivará tanto a fanáticos del automovilismo como a espectadores ajenos al deporte.

El elenco secundario eleva el drama

Javier Bardem ofrece una actuación encantadora como Ruben, el dueño desesperado por salvar su escudería del colapso financiero. Kerry Condon, como la ingeniera en jefe Kate McKenna, entrega uno de los roles más sólidos del film. Su personaje, fuerte e inteligente, da equilibrio al exceso de testosterona, y su relación con Pitt tiene momentos de tensión emocional que enriquecen el relato.

Incluso los villanos tienen su lugar: Tobias Menzies como Banning, un ejecutivo despiadado que representa el cinismo corporativo del deporte moderno, añade un necesario contrapeso al idealismo de Sonny.

Un espectáculo que supera al argumento

Si bien el guion puede apoyarse demasiado en fórmulas conocidas (el veterano en busca de redención, el joven arrogante que aprende humildad, el equipo en crisis que desafía las probabilidades), la manera en que Kosinski lo ejecuta lo hace sentir fresco y vibrante. La estructura narrativa es clara, pero lo que realmente se impone es la emoción que transmite cada carrera.

La edición vertiginosa, la música de Hans Zimmer que te sube las pulsaciones, y la dirección de Kosinski, que convierte cada curva en una coreografía cinematográfica, son los verdaderos protagonistas. “F1” no quiere que pienses, quiere que sientas. Y lo logra.

MIRA: Conciertos, obras de teatro, circos, cine y más con hasta 50% de dscto. Descubre tus promos

Ritmo narrativo y montaje: adrenalina en estado puro

La película avanza con la velocidad de un monoplaza. Cada secuencia de carrera está perfectamente diseñada para generar tensión: el sonido de los motores, la vibración del volante, la estrategia del equipo, las decisiones de último segundo. Todo se siente real. Y aunque el espectador promedio quizás no entienda cada término técnico (como los “soft tyres”), el montaje mantiene la emoción tan alta que esos detalles se vuelven parte del ambiente, no un obstáculo.

Desde la pista de Silverstone hasta las luces nocturnas de Abu Dhabi, cada locación se aprovecha al máximo con una fotografía brillante y diseño de producción que te transporta directamente al corazón del campeonato mundial.

¿Es perfecta? No. ¿Importa? Tampoco.

Sí, hay momentos donde el drama corporativo o los chistes de Sonny se sienten repetitivos. Algunos personajes secundarios están apenas esbozados y ciertos giros narrativos son predecibles. Pero esos detalles son insignificantes frente al nivel de espectáculo que entrega la cinta.

“F1” es consciente de lo que es: una celebración del vértigo, la velocidad y la figura del piloto como héroe trágico. No busca reinventar el cine, sino recordarnos por qué seguimos yendo a las salas: para emocionarnos, para sentirnos dentro de la historia, para dejarnos llevar por la magia del séptimo arte.

Conclusión: un triunfo cinematográfico sobre ruedas

“F1: La película” es, sin lugar a dudas, una de las experiencias cinematográficas más intensas del año. Con un Brad Pitt en estado de gracia, una dirección impecable de Joseph Kosinski y un uso revolucionario de la tecnología, esta cinta se posiciona como el nuevo referente del cine deportivo.

Más allá de los clichés, más allá del argumento predecible, lo que queda es la emoción pura. Es una película que te agarra del cuello desde el primer minuto y no te suelta hasta que caen los créditos finales.

Velocidad, drama, espectáculo y humanidad: “F1” lo tiene todo. Si vas a ver una película este año, que sea esta. Pero hazlo en la pantalla más grande que encuentres. Porque este viaje, como los mejores, se vive a fondo.

“F1: La película” se estrena este jueves 26 de junio en los cines de Perú.

Contenido Sugerido

Contenido GEC