Ironman 70.3: el Perú es sede de la competencia deportiva más exigente del mundo

Este 22 de abril se llevará a cabo en el circuito de playas de la Costa Verde, el Ironman 70.3, en la que miles de atletas locales y extranjeros, pugnan por ocupar podio luego de realizar tres tipos de disciplina deportiva que son: 

►Nadar 1.2 millas (1.9K) (playa Agua Dulce)
►Manejar bicicleta 56 millas (90K)
►Correr 13.1 millas (21.1K), equivalente a una media maratón

Entre la élite deportiva, es tal la dureza del Ironman, que el solo hecho de competir, es de por sí motivo de reverencia entre deportistas.

Pero, ¿de dónde proviene y cómo nace esta competencia?
En 1978, Julio Díaz, infante de marina, propuso combinar tres competencias ya existentes para saber qué atletas eran mejores (nadadores, corredores o ciclistas). A la fecha el Mundial de Ironman es en Kona, Hawái.

Además, los atletas tienen un máximo de 17 horas (Campeonato Mundial), y en el que antes hay pruebas clasificatorias en todo el mundo.

Ironman 70.3
​Nace en el 2003 y es una distancia más corta. Al igual que la distancia Ironman (completa), la serie 70.3 consiste en un número de competencias calificativas en distintos países que culmina en el Campeonato del Mundo, que en este caso se celebra en Las Vegas.

Para Eduardo Roe, maratonista y Head Coach de RB Fitness, el Ironman es todo un reto. Ha participado en seis ocasiones entre Chile, Perú y Ecuador. Runner desde hace más de diez años, nos cuenta que el correr, al ser la última parte de la serie de los tres deportes, representa una gran exigencia al cuerpo.

"Cuando empiezas a correr en un Ironman tienes ya has invertido muchas horas de carrera previas, iniciar la corrida, en esas condiciones, es muy duro. La alimentación e hidratación es clave. La buena nutrición es la cuarta disciplina de la triatlón".

Añade que, para cada competidor la carrera es diferente, cada uno tiene fortalezas y debilidades diferentes, la carrera en sí es muy exigente y difícil, de principio a fin, lo más importante es ser fuerte mentalmente.

"El cambio en las condiciones, el clima, el aliento del público, entre otras cosas, pueden hacer de cada etapa más o menos difícil", enfatiza.

Para Stéfano Ratto, desde el momento que compitió, sabía que el Ironman era su prueba. "Me inscribí y me encantó. Además, este deporte me ha ayudado a controlar mi glucosa. En mi condición de diabético me ha enseñado desde chico a ser bastante disciplinado. Ambos se complementan", nos cuenta.

Ratto dice que este deporte le da equilibrio a su vida. "Nunca siento que esto sea una obligación o culpable de no hacer una sesión. Si mi cuerpo pide una pausa lo hago. La idea es disfrutar de todo el proceso", finaliza

Supérate
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