Sub 20
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Guillermo Oshiro Uchima

Setiembre del 2000, previo al Sudamericano de Ecuador 2001, la festeja como loca en el césped del Estadio Nacional. Solo segundos antes acaba de vencer a su similar de Argentina, que por aquel entonces era dirigido por el gurú de menores José Pekerman, para quedarse con el título del cuadrangular amistoso. Tras el empate 1-1 en los 90 y la interminable definición por penales que concluye 11-10, todos abrazan al chico que lleva la cinta de capitán, al jugador diferente en la cancha porque precisamente su camiseta lo identifica por encima del resto: el arquero .

Al día siguiente, en los distintos medios periodísticas existe un consenso: la selección juvenil de Julio César Uribe tiene un ‘1’ de manos seguras y don de mando. El cargo de referente en la cancha no se le discute. Delgado es un chico con personalidad. Hay futuro en el arco.

Tras otros amistosos en Panamá y Chile previo al Sudamericano, la configuración del once del ‘Diamante’ iba tomando forma hasta que las bajas de ‘Pompo’ Cordero y ‘Machito’ Gómez, por indisciplina sancionada por la misma federación, obligó al técnico a modificar su equipo. Pero el arco seguía teniendo al mismo dueño. Al menos hasta antes de partir del aeropuerto Jorge Chávez.

El 12 de enero, en Latacunga, a 109 kilómetros de Quito, el estreno de Perú traía una sorpresa. El arco y el número 1 tenía otro dueño: . Una decisión técnica, como el propio Uribe lo explicó, modificó la suerte de Delgado. El debut ante Brasil terminaría con derrota 4-1. Un gol de 35 metros, uno de penal, otro de cabeza al borde del área chica y otro disparo cruzado muy cerca del arco vencieron las manos de Forsyth, quien poco pudo hacer para evitar los tantos teniendo una defensa demasiado floja.

Tres días después en Ambato, la apuesta del ‘Diamante’ se mantenía. El resultado fue otra caída 2-0 ante el local Ecuador. Con la urgencia de sobrevivir en el torneo, frente a Venezuela en Riobamba el entrenador optó por devolverle el arco a Delgado. La victoria 3-2 mantuvo una leve esperanza que finalmente se esfumó con el 1-1 ante Paraguay en Riobamba. El ‘Loco’ volvió a ser titular en el partido de despedida y recuperó una titularidad que solo fue discutida por la decisión del seleccionador.

Pese a la disputa por el arco en Ecuador, George y Erick siempre se profesaron elogios y continuaron su pelea por el arco de la selección mayor desde sus clubes. El ‘Loco’ creció rápido en Cristal con Autuori y defendió a la Blanquirroja con el brasileño, mientras que George debió esperar el nuevo ascenso de Uribe para recuperar el protagonismo con la Bicolor. Pero ambos fueron actores de reparto en una era dominada por Óscar Ibáñez.

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