"Creemos que los inversionistas ven cada vez al agro como una industria que eleva continuamente sus estándares de gestión y que, por ende, se va convirtiendo en un vehículo más atractivo para la inversión", afirma Ramírez. (Foto: Nancy Chapell)
"Creemos que los inversionistas ven cada vez al agro como una industria que eleva continuamente sus estándares de gestión y que, por ende, se va convirtiendo en un vehículo más atractivo para la inversión", afirma Ramírez. (Foto: Nancy Chapell)
Manuela Zurita

“Al margen de lo ocurrido en el ámbito internacional, decidimos emitir en este momento porque la coyuntura se presentó bastante favorable”, responde Jorge Ramírez, CEO de la empresa agroindustrial , en exclusiva a Día1, cuando le preguntamos por qué regresaron a los mercados la última semana de enero, 26 meses después de anunciarlo, tras el cierre de la fase I del acuerdo comercial entre China y Estados Unidos y en pleno juicio político a Donald Trump y agudización de la epidemia de coronavirus.

“Observamos que actualmente existen cerca de US$50 mil millones de liquidez para papeles de la región y que no hay emisores y, por lo tanto, se abrió una ventana muy favorable para emitir deuda internacional que nosotros decidimos aprovechar”, añade.

La operación no fue la que estaba planeada en un principio –vía una emisión de acciones–, sino de un bono. “Desestimamos el proceso debido a la inestabilidad política y a la alta volatilidad que tuvieron los mercados los meses siguientes”, explica.

Pero el resultado sí fue el esperado: la firma logró levantar US$350 millones con un cupón de 6% y un vencimiento a 7 años, atrayendo un interés mayor que el buscado entre los inversionistas, con órdenes por un valor mayor a US$2.000 millones.

En ese sentido, vale destacar dos datos: en febrero del 2017 en una entrevista con este suplemento Ramírez señaló que requerían unos US$300 millones para materializar su plan quinquenal (en ese entonces se desconocía el plan de internacionalización de la firma en Colombia y Uruguay, donde hoy poseen 2.000 hectáreas y 1.500 hectáreas, respectivamente); y en el 2016 había refinanciado bonos con una tasa de 10.5% (una tasa mayor a la actual).

Según enumera Ramírez, el bono que acaban de emitir tendrá tres finalidades: la prórroga del vencimiento promedio de la deuda de largo plazo de 4,5 años a 7 años; la liberación del colateral que garantizaba la deuda bancaria de la firma; y una mayor flexibilidad financiera para la empresa.

“Nos permitirá refinanciar el 92% de la deuda financiera. Únicamente estamos dejando sin refinanciar la parte de leasing pues no es viable que se repague”, cuenta Ramírez.

Del total de los inversionistas que participaron en la transacción, indica que el 70% son fondos de inversión globales, 10% compañías de seguros, 10% banca privada y un 8%, fondos de pensiones, entre los cuales hay AFP y portafolios de bancos peruanos.

Camposol hoy abastece el mercado global durante cuatro meses. En el 2025, cuando sus plantaciones en Colombia entren en edad comercial podrá despachar la fruta durante doce meses.
Camposol hoy abastece el mercado global durante cuatro meses. En el 2025, cuando sus plantaciones en Colombia entren en edad comercial podrá despachar la fruta durante doce meses.

DETRÁS DEL INTERÉS

La dimensión del apetito de los inversionistas - que Camposol se encargó de persuadir en más de 100 reuniones y llamadas con inversionistas occidentales y orientales (en junio del 2019 visitaron a potenciales colocadores en China, Japón, Vietnam, Singapur y Hong Kong)– no les sorprende ni a Carlos Rojas, CEO de Capia Safi, ni a Walter Bazán, profesor del Departamento de Finanzas de la Universidad del Pacífico.

Para Rojas, la emisión “ha sido un súper éxito" porque la empresa logró aprovechar un ciclo de tasas bajas en la que se perfilan escasas emisiones corporativas a corto plazo, atrayendo a fondos institucionales globales y locales hacia un sector “raro”, expuesto a riesgos climáticos, como desastres y plagas. "El sector agrícola no es muy conocido a nivel global. No hay muchas empresas comparables que sean solo agrícolas exportadores”, comenta.

“El primer rumor era (que iban a salir a) cerca de 7% (de interés) por US$350 millones, pero los institucionales, incluso los locales, decían ‘es muy poca la emisión. Esto va a estar reventando’. Y literalmente es lo que pasó: había mucho interés, porque hay mucha caja, porque el banco en Estados Unidos te paga entre 1% y 1,5%. Es una diferencia importante. Se han comido el riesgo de clima y diversificación en el medio del coronavirus”, opina. Además de arándano y palta, la canasta de Camposol está compuesta por mandarinas, mangos y uvas.

De su lado, Bazán observa que la emisión de bonos realizada por el Estado Peruano en noviembre pasado por S/10.200 millones para recomprar deuda “respaldó” la emisión. “Eso ayuda a todas las empresas”, sostiene.

No obstante, no descarta el efecto eventual que pueda tener sobre la emisión la perspectiva de depreciación del dólar a mediano plazo, toda vez que –como confirma Ramírez– el 100% de la operación se efectuó en esa moneda. “Decidimos realizar el 100% de la emisión en dólares, ya que nuestra moneda funcional es el dólar estadounidense”, comenta el CEO.

Sobre la tasa de interés –que es fija, según indica el ejecutivo– Bazán no advierte mayor afectación, pues se espera que estas se mantengan bajas.

LO QUE SE VIENE

En los próximos años, la compañía de la familia Dyer pondrá su atención en el desarrollo del negocio de palta y mandarina, cuenta Ramírez. En la primera buscan ampliar su ventana de cuatro meses a 12 meses desde el Perú y Colombia cubriendo los dos Hemisferios. En la segunda, la meta es cubrir los seis meses que no atiende el Hemisferio Norte (durante el verano boreal). Para ello, terminarán de plantar áreas pendientes en territorio charrúa.

“Estimados que nuestras operaciones en Colombia y Uruguay llegarán a fase de alto rendimiento aproximadamente desde el 2025 en adelante”, dice al tiempo que precisa que un 30% de sus campos en ambas plazas está en fase no productiva (1 a 3 años) y el 70% en fase de rendimiento medio a alto.

“Como nuestro plan de expansión en Colombia y Uruguay tiene todavía que culminar, solo contemplamos producir arándanos en el Perú y en el área que se sembró hasta fines del 2019”, precisa.

En septiembre del año pasado, la firma dijo a Día1 que no descartaban la posibilidad de ampliar la producción del berry en Colombia, donde en el 2016 existían 280 hectáreas del cultivo, que se espera alcancen las 870 hectáreas este año, según estimaciones privadas. “Estamos enfocados en el aguacate, pero no se descarta explorar otros cultivos luego”, comentó Ramírez al respecto entonces.

En esa línea hasta septiembre del 2019, Camposol invirtió US$75 millones en los tres países en los que opera, sobre todo en el Perú y Colombia, acota.

¿Qué inversiones proyectan en adquisición de tierras nuevas? ¿Dónde? ¿en Asia?”, le preguntamos. El ejecutivo –quien responde por correo la entrevista de Día1 desde Alemania, tras participar de la megaferia de la industria alimenticia Fruit Logística– reafirma el plan de desarrollo en Sudamérica.

“Otros países, como China y México, que se han venido explorando como opciones desde hace ya algunos años, podrán ser incorporados más adelante siempre que se culmine con nuestro plan actual y con las validaciones de los casos de negocio de hipótesis agrícolas”, revela.

Otro jugador referente de la industria global de berries, Hortifrut, ya opera en alianza con una empresa local en China, una plaza donde hoy –ante la emergencia del coronavirus y la lentitud operativa de los puertos– la producción local, pese a la ralentización de la demanda– tiene sentido. Estar cerca podría ser más conveniente.

DATOS

Proyecciones 2020. Fitch Ratings reportó que proyecta que este año el Ebidta de la compañía crezca hasta US$170 millones, lo que supondría un incremento de 41,6% respecto a la previsión de crecimiento del indicador de la calificadora para este año (US$120 millones). En el 2018, la compañía registró un Ebidta de US$153 millones. La contracción del año pasado se explica por los menores volúmenes de palta producida en el Perú causada por la “alternancia" natural del frutal (un año produce más que el que sigue). “Tal como esperábamos, los volúmenes se han venido normalizando conforme a la media usual en los que va transcurrido del 2020”, acota.

De los cinco continentes. Un total de 125 inversionistas participaron de la transacción. El 48% de Estados Unidos, 30% de Europa, Medio Oriente y África, 15% de Latinoamérica y el resto (7%) de Asia Pacífico. Norteamérica es el principal mercado de la firma, generando el 59% de sus ingresos.

Calificación. Tras la emisión, las agencias internacionales de rating crediticio Fitch y Moodys actualizaron sus bonos a BB- y Ba3, cada una.

Diversificación. Camposol explora su próximo “hit” agrícola. Según Ramírez, de los 17 productos que investigan, algunos están en fase preliminar de prueba.








por varias razones”, dice el primer

Así la emisión



CUANDO HABLE DEL INTERES D ELOS IVNERSIONES

EMISIONES DE BONOS DEL ESTADO



Contenido sugerido

Contenido GEC