La gran apuesta que Amazon hizo en el 2019 por los vehículos eléctricos del fabricante estadounidense Rivian pasaron factura este jueves a la firma de Seattle (estado de Washington, EE.UU.), que registró unas pérdidas entre enero y junio de US$ 5.879 millones.
Como ya ocurrió en abril, cuando Amazon presentó las cuentas del primer trimestre, el desplome del valor de Rivian lastró sus resultados durante los pasados seis meses tras haber registrado beneficios netos de US$ 15.885 millones en el mismo período del 2021.
Pese a los números rojos, la compañía que dirige Andy Jassy facturó durante los pasados seis meses un 7,26 % más que en el mismo período del ejercicio anterior, al pasar de los US$ 221.598 millones de ingresos a los US$ 237.678 millones.
Por su parte, los accionistas de Amazon se dejaron en lo que va de año 58 centavos de dólar por título, frente a las ganancias de US$ 1,57 anunciadas en julio del año pasado.
Las acciones de Rivian cayeron más de un 50% entre enero y junio, lo que generó un agujero de US$ 14.115 millones en las cuentas de Amazon.
El fabricante automovilístico, que compite directamente con Tesla de Elon Musk, debutó en el mercado de valores el pasado 10 de noviembre, con una subida del 37% sobre su precio fijado, en la que se considera la mayor salida a bolsa del 2021 en Estados Unidos.
Ese día, Rivian empezó a cotizar entre gran expectación en el índice compuesto Nasdaq con la etiqueta RIVN y con un precio de US$ 106,75 dólares, un 37% más respecto a los US$ 78 fijados en la noche de la jornada anterior.
Varios analistas apuntaron este jueves que la caída de más del 50% durante los primeros tres meses del año y que tanto ha repercutido en las cuentas de Amazon es precisamente consecuencia en gran parte de la enorme sobrevaloración que la empresa experimentó en su salida a bolsa.
Rivian es conocida entre otras cosas por haber diseñado una furgoneta eléctrica (EDV, por sus siglas en inglés) en colaboración con Amazon, su primer socio comercial, que le ha encargado una flota de 100.000 unidades para el 2030 con el propósito de avanzar hacia sus objetivos de sostenibilidad y respeto al medio ambiente, una de las señas corporativas de Amazon en los últimos años.
Creada en el 2009 y radicada en Irvine (California, EE.UU.), con una fábrica en Normal (Illinois), la empresa empezó a entregar en septiembre pasado su primer modelo de vehículo eléctrico, el R1T, una camioneta tipo “pickup”.
La nota positiva de los resultados financieros de Amazon presentados este jueves la puso, como viene siendo habitual desde hace años, su plataforma de servicios en la nube Amazon Web Services (AWS), cuyas ventas crecieron un 34,85% interanual hasta situarse en los US$ 38.180 millones de dólares.
AWS es la gran apuesta de futuro de la compañía y su negocio más rentable, además de tener un dominio indiscutido en el mercado, muy por encima de sus mayores perseguidores Azure de Microsoft y Google Cloud.
Las cuentas de Amazon, mejor que lo esperado por los analistas, animaron a los inversores en Wall Street, y las acciones de la firma se disparaban un 13,31 % hasta los US$ 138,55 por título en las operaciones electrónicas posteriores al cierre de los parqués neoyorquinos.
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