María Victoria Vásquez Córdova estudió periodismo, se formó como actriz y ha escrito una obra de teatro corta llamada “Los 15 mil”, una historia sobre una mujer que busca a su esposo desaparecido durante la época del terrorismo. Nació en Huamanga, Ayacucho, y cree que eso la ha definido. Podría llamarse patriota, porque piensa y escribe sobre la patria. Cuando era una infante en Ayacucho pudo conocer de cerca los último años en los que la paz podía romperse con el sonido de una puerta que se abre violentamente.
Vasquez ha escrito la letra del himno del Bicentenario, ganó el concurso que había organizado la Universidad Nacional de Música y ahora solo falta conocer la música que se compondrá a partir de sus palabras.
El jurado calificador del certamen, constituido por los literatos Maritza Núñez y Eduardo Hopkins, y el musicólogo Aurelio Tello, eligió por unanimidad como ganadora a María Victoria Vásquez Córdova, quien con el seudónimo “Giocondarespira” presentó su trabajo titulado “Himno del Bicentenario”.
Más de cien propuestas de letras compuestas por un estribillo y cuatro estrofas participaron, y se basado en el legado histórico, cultural y social derivado de la independencia del Perú.
“Decidí participar en este concurso porque era una oportunidad para escribir algo sobre el Perú. Me parecía todo un reto crear una canción que represente a todos los peruanos y que pueda reflejar el legado histórico, social y cultural”, comenta Vasquez, quien en esta entrevista presenta su letra ganadora y su relación con el Perú.
¿En qué te basaste para escribir la letra?
Tenía la imagen de fiestas culturales tradicionales. Me acordaba de las danzas, del espíritu que se ve en las celebraciones y me imaginaba una manera de juntar eso de aquí y de allá y encontrar lo que nos une y qué actos pueden simbolizar la reflexión sobre lo que nos hace ser mejores. Y tras ello, llegó a mi mente la imagen de un pago a la tierra. Este es un acto que cualquiera lo puede hacer. Todos nos podemos ver para hacer un pago a la tierra. Esa fue la imagen. También estuve escuchando muchas canciones de Augusto Polo Campos, de Chabuca Granda, leyendo a escritores como Vallejo, Arguedas.
¿Qué significa cumplir 200 años?
Cumplir 200 años es alcanzar un número de tiempo, pero es una cifra que invita definitivamente a la reflexión. Pensar cómo estamos ahora como nación. Siempre debemos reflexionar sobre el país y las cosas positivas y las cosas negativas. Pero llegar a 200 años es algo mucho más concreto. Es una edad importante y debemos tomarlo como una oportunidad para repensar el Perú.
¿Cómo sientes que es tu relación con el Perú?
Yo le doy mucha importancia a haber nacido en Ayacucho y haber pasado allí mi vida hasta los 9 años. He vivido allí una parte dura de la historia, ya estaba terminando el conflicto armado interno pero tengo recuerdos. Y eso ha formado parte importante de mí y he sido consciente de eso ya mayor cuando empecé a estudiar en la universidad. Siempre me ha interesado la historia reciente del país. Y el hecho de vivir en Lima me ha permitido observar mi tierra de otra manera.
¿Habías escrito algo antes sobre el Perú?
Escribí una obra de teatro corta que se llama “Los 15 mil”, que trata justamente sobre el período del terrorismo en Ayacucho. Y recientemente durante la cuarentena subí al Issuu un libro sobre los animales de la selva, porque me di cuenta que los niños estaban más relacionados con los animales de otros países que con los animales de la costa, sierra y selva. Se llama “Historias en peque peque”. Está disponible gratis en internet.
¿Qué experiencias cercanas has tenido con el conflicto armado?
Recuerdo claramente cuando tenía 4 o 5 años que era la época en la que el ejército buscaba casa por casa evidencias de cosas que se podían vincular con el terrorismo. Una mañana, muy temprano, recién estaba aclarando, tocaron la puerta muy fuerte, yo todavía estaba en el cuarto con mi mamá. Ella se estaba alistando para bañarse y nos quedamos allí, escuchando qué pasaba. Entró a nuestro cuarto un militar, yo estaba en mi cama asustada y hasta ahora recuerdo sus botas negras, para mí era alguien muy grande, y se puso a ver los estantes de los libros que teníamos, veía nuestras cajas, la cómoda, la mesa. Yo, el día anterior, había estado en esos estantes, sacaba y cambiaba de lugar los libros, los comparaba y había dejado un libro sobre la mesa y este señor, este militar se quedó mirándolo y dijo “señora, usted sabe que esto la implica, usted no puede tener este libro. Usted me va a tener que acompañar”. Yo estaba muerta de pánico. Yo no era muy consciente del terrorismo, pero sabía que lo que él decía era que se iba a llevar a mi mamá y que ese libro era algo malo y yo me sentía culpable. Era un libro de Mariátegui, no sé exactamente cuál. Y mi mamá decía “yo soy profesora. Esta es mi biblioteca, todos los profesores tenemos libros”. Y de pronto, yo grité “¡No se lleven a mi mamá! Y afuera había otro militar que gritó “¿qué pasa allí?” y el soldado que estaba en el cuarto agarró el libro y se lo metió dentro del pantalón y respondió “no, nada” y se fue. Estaban a punto de llevarse mi mamá porque teníamos un libro de Mariátegui.
¿Qué piensas de los himnos que están relacionados con las marchas?
En las bases para la composición de la música se establece que puede ser de carácter solemne, pero no necesariamente marcial. La música podría ser solemne, pero no necesariamente de desfile. Para escribir la letra he pensado en la música, hay una métrica y estribillo. Sí esperaría que la música vaya más allá de la marcha. El himno nacional, por ejemplo, no es una marcha exactamente, incluso tiene versiones con música de la sierra y selva. La idea es que este ritmo y la música nos conmuevan, apunta a eso y que refuerce la letra que yo hice.
¿Qué esperas que suceda con este himno?
Deseo que este himno vaya más allá de un acto ceremonial, o forme parte de un discurso protocolar, espero que estas letras se vuelvan nuestras y que los peruanos puedan ser representados en el sentir de este himno.
A continuación el Himno del Bicentenario
Ha llegado el momento anhelado
De estrechar nuestras manos y voz
De ofrecer todos nuestros colores
A esta tierra que tanto nos dio.
Ya no somos un pueblo oprimido
Nuestra fuerza es nuestra libertad
Herederos de estirpe valiosa
Hoy venimos para conquistar.
[CORO]
Siempre arriba, Perú, tú eres grande
la nación que somete al temor
donde todas las sangres se abrazan
y te sirven con el corazón.
Hoy sentados todos a la mesa
celebramos la diversidad
honraremos dos siglos de historia
y el respeto será nuestra paz.
Volvería a nacer en tus cumbres
Que en tus ríos no haya dolor
Pintaré en tus costas mis sueños
Y tus triunfos serán mi ilusión.