México. El secretario mexicano de Gobernación, Miguel Ángel Osorio, dijo hoy que los padres de los 43 estudiantes desaparecidos en el sur del país solo tendrán acceso al cuartel de Iguala, en virtud de que en ese sentido fue su petición.
"Es en el cuartel de Iguala en el que hubo la solicitud desde noviembre; desde diciembre se les dijo que había oportunidad (de ingresar) y nunca hubo respuesta", declaró Osorio a Radio Fórmula.
El ministro dijo que el Gobierno invitó al presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), Luis Raúl González, a visitar el 27 Batallón de Infantería, ubicado en Iguala, "con quien considere pertinente".
Tras una larga reunión con los padres de los jóvenes desaparecidos, realizada el martes pasado en la capital, la fiscalía dijo que los cuarteles del Ejército "están abiertos a todos los ciudadanos", pero aclaró que el ingreso debe ser ordenado y "con respeto a las instituciones".
Tras el anuncio, los familiares aseguraron que buscarían en todos los cuarteles del país, si bien hoy su abogado, Vidulfo Rosales, dijo que en estos días definirán en cuáles de ellos buscarán a los jóvenes para que el Gobierno les dé el acceso.
Los familiares de las víctimas reclaman al Gobierno que investigue el papel del Ejército en los hechos violentos del pasado 26 de septiembre en la ciudad de Iguala, pues al menos una decena de alumnos de la Normal Rural Ayotzinapa aseguran que los militares participaron.
"No estamos acusando al Ejército, no estamos diciendo que ellos son los responsables, simplemente en la averiguación previa hay datos, hay indicios, hay elementos que implican" a esa institución y "en función de eso es una obligación legal del Ministerio Público indagar si eso es verdad o no", afirmó Rosales.
"No hay ninguna prueba, absolutamente ninguna, que pueda ligar a nuestras Fuerzas Armadas con estos hechos", respondió Osorio, quien aseguró que lo que sí está "muy claro" es la implicación de policías locales y autoridades municipales vinculadas con el crimen organizado.
Según la versión oficial, policías locales atacaron a tiros a los estudiantes por órdenes del entonces alcalde de Iguala, José Luis Abarca, para evitar que interrumpieran un mitin de su esposa, María de los Ángeles Pineda, causando la muerte de seis personas y heridas a otras 25.
Además, los policías capturaron a 43 jóvenes y los entregaron al cártel Guerreros Unidos, cuyos miembros aseguran que los asesinaron e incineraron en un basurero, aunque solo uno de ellos ha sido identificado a partir de restos calcinados analizados en Austria.
Los familiares no creen en esta versión y aseguran que mientras no haya una prueba científica e irrefutable de que fueron asesinados, van a continuar con la búsqueda.
Fuente: EFE