(Foto: America TV)
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Iván Alonso

Entre quienes apoyan la huelga de los maestros, no faltan los comentaristas que apelan a la “explotación” para justificar las demandas por mayores aumentos de sueldos. Un término que ciertamente no ayuda a encontrar una solución y que además nos parece totalmente injustificado. Que los maestros no están bien pagados, no cabe duda. Pero ¿quién en el Perú está bien pagado? ¿Cuál es el estándar para saber si un grupo de trabajadores está o no está bien pagado? ¿Con quién comparamos?

La posición de los maestros en la escala de ingresos del país no es, a primera vista, tan desalentadora. Si dividiéramos en partes iguales los 700,000 millones de soles que produce anualmente el Perú (el PBI) entre los 20 millones de personas que trabajan, cada una recibiría 35,000 soles. Eso equivale a unos 2,400 soles mensuales más gratificaciones y CTS. Lo que quiere decir que con el piso salarial de 2,000 soles mensuales que alcanzarán a partir de noviembre, los maestros, en su conjunto, estarán al nivel del ingreso promedio del país y con la expectativa (legítima, por lo demás) de nuevos aumentos en el futuro cercano. Seguramente es menos de lo que ganaban en épocas pasadas, como ha señalado, por ejemplo, el ex ministro Jaime Saavedra en otra oportunidad. Pero en lo que se refiere a los maestros de hoy, sospechamos que esa perspectiva salarial es mejor de la que muchos imaginaban al momento de abrazar la carrera magisterial.

La comparación parecería aún más favorable para los maestros, considerando dos puntos adicionales. El primero es que las distribuciones de ingresos, en general, no son simétricas, en el sentido de que hay más personas por debajo del promedio que por encima de él. Si los ingresos de los maestros están al nivel promedio del país, quiere decir que están en una mejor posición en la escala de ingresos que más de la mitad de los peruanos.

La segunda consideración es que el cálculo elemental que hemos hecho líneas arriba se basa en los ingresos, que es un concepto más amplio que el de remuneraciones. El PBI es la suma de distintos tipos de ingresos: remuneraciones del trabajo, rentas de la tierra y utilidades del capital. Las remuneraciones representan tan solo el 30% del total, según cifras del Instituto Nacional de Estadística. De manera que, si rehacemos el cálculo, la remuneración promedio de un trabajador peruano es de apenas 10,000 soles al año, que viene a ser el sueldo mínimo más gratificaciones y CTS. Frente a eso, no se puede decir, sin incurrir en una grave distorsión de la realidad, que los maestros estén explotados.

Claro que uno puede insistir con el tema y decir que “el capital” se lleva la mayor parte de los ingresos y deja muy poco para los trabajadores. Pues bien, si la participación de las remuneraciones fuera no de 30%, sino de 60% o 70%, como es en los países capitalistas, los trabajadores peruanos estarían recibiendo entre 20,000 y 25,000 soles anuales, que también es menos que el piso salarial de 2,000 soles mensuales más gratificaciones y CTS.

Pero lo importante de los sueldos de los maestros no es que sean altos o bajos, sino que sean competitivos: tan altos como sea necesario para atraer a un número suficiente a una carrera que requiere buena preparación y capacitación continua, pero –habida cuenta de que hay otras necesidades que satisfacer– no más que eso.