Noticias recibidas de Iquique en la mañana de ayer comunican el fallecimiento del ex presidente de la República Guillermo E. Billinghurst. Los azares del destino hacen que muera lejos de la capital del Perú, cuando aún debiera hallarse ejerciendo el mando supremo, quien en época de grave crisis política interna fue encumbrado a la primera magistratura, como exponente de los anhelos nacionales y cuyo gobierno, por las circunstancias mismas en que hubo de surgir, no parecía predestinado a tener fin prematuro y violento. Billinghurst estaba dotado de clara inteligencia y de carácter enérgico y activo. Sin embargo, carecía de las dotes de sagacidad y de tolerancia necesarias para regir con acierto los destinos de nuestro país.