Una severa proclama condenatoria contra el Soviet ha lanzado el Patriarca de Moscú. “Habéis dividido la población en campos enemigos y los habéis lanzado a una guerra civil. Habéis sustituido abiertamente el amor de Cristo por el odio. Nadie se siente seguro; todo el mundo vive en perpetuo temor de registros, de robos, de arrestos, de ejecuciones. ¿Existe libertad cuando nadie se atreve a emitir su opinión por no ser acusado de contrarrevolucionario? ¡Dónde está la libertad de la palabra hablada o escrita! ¡Dónde la libertad de la Iglesia!”.
H.L.M.