María Isabel León, presidenta de Confiep, lideró una apurada reacción al mensaje de Vizcarra contra las clínicas. (Foto: Juan Ponce | El Comercio)
María Isabel León, presidenta de Confiep, lideró una apurada reacción al mensaje de Vizcarra contra las clínicas. (Foto: Juan Ponce | El Comercio)
Fernando Vivas

Cuando el presidente Martín Vizcarra blandió el miércoles pasado la Constitución y leyó el artículo 70, que habla de expropiaciones en nombre del interés nacional y amenazó a las clínicas particulares con ejecutarlo si no llegaban a un acuerdo para establecer una ‘tarifa prestacional’ con el SIS y Essalud; era en realidad un fuego artificial (ayer les contamos los entretelones en la crónica “Si no me atiendes, te expropio”). Ya había una negociación avanzada, pasajeramente rota, que se reanudó y a las pocas horas se cerró. La Constitución no entró a tallar. Todo se selló con un feliz acuerdo y una simple resolución ministerial.