El Comercio se comunicó con 10 de los signatarios -tanto del pronunciamiento “basta ya”, como de “verdad electoral”- para conocer su posición y las motivaciones que encontraron para unirse a los respectivos comunicados.
Exministros de Estado, congresistas, anteriores candidatos y ciudadanos han firmado en la última semana pronunciamientos enfocados en los resultados de las elecciones generales 2021.
Por un lado, quienes hacen un llamado a respetar la decisión ciudadana y el trabajo de los organismos electorales; por el otro, personas que piden se resuelvan los pedidos de nulidad de Fuerza Popular, aunque se encuentren fuera del plazo establecido por la normativa electoral.
El Comercio se comunicó con 10 de los firmantes -tanto del pronunciamiento “basta ya”, como de “verdad electoral”- para conocer su posición y las motivaciones que encontraron para unirse a los respectivos comunicados.
Por parte de los firmantes que respaldan el proceso electoral y rechazan la existencia de un fraude, coinciden en que uno de los riesgos de este prolongado entramado por resolver es la poca legitimidad que pueda tener el siguiente gobierno. Una situación que impactaría en su conducción y la continuidad de políticas públicas.
En tanto, quienes coinciden con los argumentos de Fuerza Popular sostienen que el Jurado Nacional de Elecciones (JNE) debería atender el fondo de los pedidos, más allá de la forma -la extemporaneidad-. Es importante añadir que el Jurado Electoral Especial (JEE) Lima Centro 1 fue uno de los entes electorales que aceptó 11 pedidos de nulidad de Fuerza Popular respecto a actas de sufragio de Argentina, Chile y Egipto. Sin embargo, todos fueron desestimados en esa instancia.
“No hay fraude”
Junto a otros ciudadanos nos unimos para decirlo fuerte y claro: ¡#BastaYa! En el Perú #NoHayFraude. pic.twitter.com/pJMFFi5txi
— María Antonieta Alva Luperdi (@ToniAlvaL) June 18, 2021
Hugo Ñopo: "Me preocupan los argumentos que se están tratando de poner los perdedores para no aceptar el resultado"
Veo con preocupación que la candidata que viene perdiendo está levantando diversos argumentos poco sólidos para sembrar dudas sobre el resultado de la elección. Extender lo que la legalidad permite, abusando de ella, debería condenarse. Estirar los alcances de la legalidad a mitad del camino no debería ser aceptado. Mas allá de los votos y mesas que están en disputa, todo indica que un candidato ha ganado, nos guste o no. Deberíamos exigir a nuestros políticos, a nuestros estadistas, reconocer los resultados. Pasada la disputa electoral, todos debemos sumarnos a un mismo barco y remar hacia adelante, poniendo al Perú como objetivo central. Eso me motivó [a firmar este pronunciamiento].
Es importante que el resultado que salga del Jurado Nacional de Elecciones (JNE) sea sólido, incuestionable, pero para esto también es importante que los cuestionamientos sean razonables. Me preocupan los argumentos que se están tratando de poner los perdedores para no aceptar el resultado: fraude en mesa, evidencia estadística, o la disparatada evidencia criptológica que intentaron poner en Cuarto Poder (que al final de cuentas, era más evidencia estadística, pero hoy sabemos que tenía fallas conceptuales y errores operativos). En todo caso, la evidencia estadística puede eventualmente servir para dar algunos indicios de posibles fraudes, pero es imposible que con ello se pueda “demostrar” fehacientemente su existencia.
Conocemos los mecanismos para probar la veracidad o falsedad de un eventual fraude: el de los personeros, los miembros de mesa, las autoridades electorales, etc. Esto es, el juego democrático cuyas reglas ya fueron establecidas. Su momento clave ya sucedió, el 6 de junio. Intentar revertir eso es imposible, aunque no nos guste. El nuevo intento de patear el tablero con una declinación en el JNE es un golpe más a nuestra institucionalidad, tan venida a menos. El impacto de esto es enorme. Los descalabros institucionales pasan factura en el mediano y largo plazo. No estamos tomando conciencia de ello.
Como ciudadano, lo que he visto en estas elecciones es un esfuerzo claro de transparencia y celeridad. Todos hemos elogiado al community manager de la ONPE poniendo información en redes, desmintiendo un cúmulo de falsedades. Hemos visto cómo la página web de la ONPE actualizaba periódicamente los datos hasta llegar al 100% del conteo. Lo que veo es profesionalismo, transparencia y celeridad.
Gisella Ortiz: "Hay un sector que no quiere entender ese respeto y pretende que unos [votos] valgan más que otros"
Como ciudadanos es necesario decir que estamos un poco cansados de esta incertidumbre post-electoral; respetando siempre los tiempos y espacios de las instituciones como la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE), el JNE, creo que también se necesita cierta tranquilidad de que los votos de todos y todas sean respetados y garantizados sin ningún tipo de presión mediática, económica, o en la manipulación de los miedos. Es decir “basta ya” de la situación de incertidumbre que, además, genera no solo inestabilidad económica y democrática, sino desconfianza en las instituciones del país. Con una institucionalidad tan frágil que tenemos es necesario reforzar la confianza en ellas.
La polarización que se inició en la campaña electoral en realidad no terminó, sino que se profundizó. Hay un mal entendimiento de lo que significa la democracia, en el sentido de la participación de todos y todas, y del valor que tiene nuestros votos, por igual. Hay un sector que no quiere entender ese respeto y pretende que unos valgan más que otros. Es una situación peligrosa que no solo nos polariza, sino demuestra nuestra falta de compromiso con la democracia. Por otro lado, nos hemos vertido en un juego de cuestionamientos, muchos de los cuales no tienen sustento, como lo han demostrado las propias instituciones como ONPE o el JNE, pero que se vuelve una situación eterna. Tres semanas después seguimos cuestionando resultados y lo urgente es saber declarar un ganador. Hay un periodo de transferencia que también toma su tiempo y eso debe hacerse con el plazo necesario.
Es también necesario saber los resultados de las elecciones porque hay que exigirle compromisos al nuevo gobierno. Cuáles serán las prioridades, el equipo. Todos debemos participar con esa instalación.
Es importante decir que esta campaña ha evidenciado la rapidez con la cual se descalifica al otro. Esa generalización del “terruqueo” es algo que me preocupa. Los familiares de Cantuta hemos sido como 29 años terruqueados, siempre, y ahora se generaliza con tanta ligereza que debe preocuparnos. No se puede descalificar porque se vota de manera distinta, eso no es aceptable.
Martín Soto Florián: "Cuidar la democracia y sus instituciones es el deber de la ciudadanía en esta hora"
Las cuestiones electorales deben resolverse serenamente dentro del sistema electoral vigente, pero también es cierto que se deben emplear los recursos con responsabilidad y sustento de lo que solicitan. No se debe conceder espacio a discursos de fraude ni afines. Todas las misiones de observación internacional, así como la prensa extranjera, han opinado favorablemente del proceso de primera y de segunda vuelta. Por su parte, las autoridades electorales han compartido la data necesaria (ONPE), y las audiencias de la jurisdicción electoral se transmiten en vivo (JNE), señales claras de apertura y transparencia.
Cuidar la democracia y sus instituciones es el deber de la ciudadanía en esta hora, más aún con la grave pandemia a cuestas que todavía enluta miles de familias por mes. Por eso respaldamos el pronunciamiento.
Decía Sócrates, el futbolista brasileño de la democracia radical: “Ganar o perder, pero siempre en democracia”. Hoy, aquella mirada que desde el fútbol llegaba a la sociedad se encuentra en entredicho. El pronunciamiento cívico nada tiene que ver con las opciones electorales de segunda vuelta, sino con el firme cuidado a la democracia frente al clima que se viene gestando: agresiones contra las instituciones del sistema electoral y discursos de post-verdad.
Lo urgente es que las tareas de transferencia de gestión, de la administración saliente a la entrante, se produzcan a brevedad (en 2016, las credenciales se entregaron el 28 de junio), para que quienes asuman la gestión de gobierno el 28 de julio cuenten con herramientas que faciliten la toma de decisión y la continuidad de aquellas políticas necesarias para la vida y el bienestar de las personas.
Una nueva Constitución es incapaz de resolver por sí sola nuestros males. Las élites y sus líderes deben de atender este momento como uno para reconectar y reconstruir -con los y las ciudadanas- los acuerdos necesarios para tener gobernabilidad y evitar que se siga golpeando nuestra democracia. La transición de esta hora debe ser una invitación a un debate político auténtico y en paz. Debatir sin agredir, dialogar sin ofender. Los siguientes 200 años van por allí. No tengo pruebas, tampoco dudas.
Rocío Silva Santisteban: "Hoy no estamos en el siglo pasado para intentar torpedear por la fuerza un proceso democrático"
Creo que quienes hemos firmado el pronunciamiento somos un grupo muy heterogéneo, que han votado por uno, por otra, o en blanco, y que se sienten preocupados por la forma cómo se está minando la institucionalidad del JNE y de la ONPE. Esto ha sucedido antes en Estados Unidos con Donald Trump, en Israel con Benjamin Netanyahu y ahora en el Perú con Keiko Fujimori: desconocer al ganador y patear el tablero. Pero a diferencia de esos sistemas democráticos, el nuestro es más débil y, si se está sosteniendo, es gracias a unas cuantas personas que se han parado firmes. Nosotros lo estamos haciendo y pidiendo: que en el 28 de Julio, nuestro Bicentenario, tengamos presidente.
Creo que lo más grave ha sido la carta de decenas de exaltos mandos del Ejército, Marina y Aviación llamando a desconocer las elecciones. Es pedir un golpe de Estado. Hoy no estamos en el siglo pasado para intentar torpedear por la fuerza un proceso democrático. No les gusta el ganador…bueno, que respeten a los demás. A muchos no nos gustó el ganador del 2001 ni del 2006, pero se respetan los votos de la mayoría. Esa es la democracia. La democracia no es un lecho de rosas sino, como lo señala Chantal Mouffe, es una relación agónica —de conflicto y oposición permanente— cuya solución se construye día a día.
El riesgo es que la polarización marcada por una violencia simbólica fuerte, que incluye múltiples discriminaciones como racismo, clasismo y una actitud de tutelaje sobre el que se considera “no vota bien”, todo esto nos puede llevar a una violencia real. Un conflicto civil. Es asombroso que los peruanos y peruanas tengamos tanto aguante. Pensaba qué hubiese ocurrido en Chile, en Ecuador, en Argentina ante situaciones similares. Por eso, debemos de levantar la voz de racionalidad y cordura que aliente a creer en las instituciones: es un tema de fe y respeto por el otro.
Gabriela Salvador: "Se está dando la construcción de una narrativa para que el gobierno que asuma no tenga legitimidad"
Es un pronunciamiento que no es firmado por personas de solo una tendencia, sino más bien hay una diversidad en ello. Estamos personas de izquierda, centro y derecha; y esta diversidad es también la que muestra lo que se vive en el país. Más que el rechazo o apoyo a una determinada candidatura, es el respeto a las instituciones democráticas y, sobre todo, respetar las reglas de juego, electorales, la norma electoral y que esto en ningún sentido es un apoyo a Pedro Castillo, pero que sí creemos es importante reflexionar sobre lo que está pasando. Interrumpir el proceso electoral e interrumpir y dilatar los resultados lo que genera es inestabilidad y, además, que no haya una transición de gobierno en el marco de la democracia.
No solo las manifestaciones en calles, también en redes sociales, el país polarizado, ambos candidatos tienen un porcentaje de votos que no refleja la adhesión a la postura de cada uno sino el antivoto respecto a una tendencia y otra. Esta polarización, que termina viéndose en el día a día, es lo que probablemente vamos a ver en los siguientes cinco años si es que no se toman decisiones adecuadas en el marco de dirigir las políticas públicas. Es por eso es que sacamos este comunicado desde el colectivo Rafael Roncagliolo, señalando no solo que no hubo fraude, y lo que estamos pidiendo es que se respeten los resultados. Y que podamos seguir construyendo en estos cinco años.
Se está dando la construcción de una narrativa para que el gobierno que asuma no tenga legitimidad y eso se da en el marco de esta polarización, por eso señalo que es importante hablar de lo polarizado que está el país porque el siguiente gobierno no va a tener la legitimidad total. Esta construcción de una narrativa de que hubo irregularidades en el proceso solo aumenta esa falta de legitimidad y está en juego también la gobernabilidad y la transición democrática que se debe dar en todo cambio de gobierno. Quien asuma la conducción del país va a tener una o dos semanas para generar una transferencia, que se suele dar con un mes de anticipación. En una semana o dos las políticas públicas corren el riesgo de no tener una continuidad adecuada, por otro lado cómo quedan nuestros órganos electorales, la pérdida de la legitimidad y el riesgo de una no gobernabilidad durante por lo menos el primer año de gobierno.
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“Verdad electoral”
Idel Vexler: "Hay voces de un amplio sector que quiere tener mayor claridad con respecto a la votación en algunas jurisdicciones"
Creo que la elección del presidente o presidenta para el quinquenio 2021 -2026 debe estar acompañado de una claridad absoluta en lo que se refiere a la verdad electoral. Independientemente de cualquier consideración.
Hay voces de un amplio sector de peruanos y peruanas que quiere tener mayor claridad con respecto a la votación en algunas jurisdicciones. La verdad electoral va por la revisión de estas actas donde hay dudas, creo que sea quien fuere candidato que declare ganador el JNE va a tener la legitimidad que le corresponde y la adición tanto de sus votantes como los votantes de la otra candidatura. Por encima de cualquier consideración, el JNE, que es el que tiene la última palabra, debiera hacer un esfuerzo para que a quien declare ganador de la Presidencia no haya el mínimo margen de duda.
Yo no estoy en desacuerdo con las autoridades electorales, lo que creo es que deben revisar todas las actas donde se está planteando que habría irregularidades y que, más allá de la hora del cierre o de cualquier cuestión formal, el JNE tiene la obligación -y entre ellos yo como ciudadano- de conocer la verdad electoral para que a quien gane, proclame y no haya ningún margen de dudas en su legitimidad. Yo no estoy defendiendo ninguna candidatura, a lo que me adhiero -y rara vez firmo- es por la transparencia que debe haber para no dejar ninguna duda sobre alguna irregularidad. En caso de ser declarado presidente electo el profesor Pedro Castillo, como ciudadano y los peruanos no tengamos ninguna duda.
Si el Jurado Electoral Especial (JEE) Lima Centro 1 revisó las actas y es la autoridad y alguna de las candidaturas lo eleva a la apelación, tiene que evaluarse. Si coincide, en buena hora, si no, tendrá que rectificar. El JNE tiene que ir al fondo de este tema, y no a las formas.
Abel Salinas: "Lo que hemos visto es una falta de presencia del JNE, no percibo transparencia [...]"
Estamos en un acto electoral atípico, donde ambos candidatos de la segunda vuelta quedaron con un margen muy ajustado y la percepción, que incluso apareció en Datum, es que el 65% de la ciudadanía piensa que hubo fraude o actos irregulares en la segunda vuelta.
Me parece que el JNE, que es la autoridad electoral, ya debería haber tomado un rol más protagónico. Inicialmente, antes de esta incertidumbre y marcha de uno y otro lado, me parece que el JNE primero debería dar un anuncio a todos los peruanos dando las garantías de que resolverá de acuerdo a todas las atribuciones que tiene y hacer que el acto sea absolutamente transparente, y que esto signifique que, quien resulte ganador o ganadora, tenga toda la legitimidad para gobernar. Y que todos los peruanos se puedan sumar y apoyar a ese nuevo gobernante. Pero lamentablemente hay más un silencio del JNE que un mensaje real, y las marchas continúan. No es el llamado del Ministerio de Salud a pedir que la gente no marche, sino el JNE que debería salir y decir que revisarán de acuerdo con sus atribuciones las actas, tardará tantos días y en tal fecha debemos tener un resultado final. Pero eso no está ocurriendo.
Las contradicciones del JNE en tratar de poner una hora para aceptar o no los recursos resulta, en mi concepto, fuera de contexto. Acciones de este tipo, de decir que sí y luego que no, son las que crean incertidumbre y motivan la presunción de irregularidades que, si el JNE no las ha cometido, se hace parte de estas si es que no las manejan con transparencia. Eso ocasiona incertidumbre. Lo que hemos visto es una falta de presencia del JNE, no percibo transparencia y por lo tanto nos obliga a firmar comunicados y a otros a salir a las calles. Pero lamentablemente no debería ser la salida para un país que pretende llegar al Bicentenario con tranquilidad y sobre todo recuperar las sendas del desarrollo.
Más allá de lo atípico de este acto electoral, a mí me ha llamado la atención y resulta inconveniente que el JNE no haya tenido sus cinco miembros, sino solo cuatro. Eso debió solucionarse previamente. Para mí ese es un tema muy delicado porque lo que se pone en juego son las elecciones presidenciales y que tienen que ver con los destinos de un país. Eso no deja que el proceso sea visto con transparencia por la ciudadanía.
Carla García: "Este es un proceso sobre el cual hubo muchísimas sombras y que todavía tiene suspicacias"
El pronunciamiento no solo pide la revisión de las actas con pedidos de nulidad, sino que exige la verdad electoral y eso es lo que mínimamente todos los peruanos queremos. Este es un proceso sobre el cual hubo muchísimas sombras y que todavía tiene suspicacias. Y para el cual los organismos electorales no están dándole a la ciudadanía el nivel de transparencia que necesitamos para que el gobierno, sea cual fuere, goce de legitimidad y la mitad de los peruanos no sientan que hubo trampa o una especie de jugada que ha llevado a una persona al gobierno.
Lo que mínimamente se necesita es que haya transparencia que genere una legitimidad y la posibilidad de que el próximo sea un gobierno tranquilo y que no esté la mitad del Perú en las calles, como está sucediendo.
Son, por ejemplo, lugares donde hay personas de la misma familia que son miembros de mesa, peritajes particulares donde se ha advertido que las firmas no son necesariamente las que están en Reniec. Luego, los cambios en los conteos, eso es lo que las personas dicen de sus propios votos. Puedo advertir que otras personas en el Perú señalan que el voto como lo han emitido no se está representando en los conteos y en las actas. Si hay un peruano que tiene alguna duda lo mínimo que puede hacer ONPE y el JNE es esclarecerlo para que estemos tranquilos.
Lo que he escuchado de los constitucionalistas, quienes dicen que prima el derecho del votante a exigir que su voluntad sea llevada a las ánforas, prima por sobre un tema horario, que ha sido además una constante en esta administración del JNE. Si hay una seguridad sobre que no hay nada oscuro sucediendo en esta elección, lo mejor que se puede hacer es abrir los padrones y entregarlos. Todos queremos saber quién es el o la presidenta del Perú. La carta exige la verdad electoral y es sumamente necesario.
Alfredo Ferrero: "El que gane, tiene que ganar bien"
La posición que mantengo es que, creo, el fondo y el voto de los peruanos está por encima de las formas. Nos estamos jugando cinco años de gobierno. Por tanto, hay una serie de irregularidades que han sido expuestas en los medios que hacen presumir necesario una buena fiscalización de conteo de votos pendientes. El que gane tiene que ganar bien, sin trampa, y estemos seguros los peruanos que quien es designado como presidente ha sido porque tiene la mayoría de los votos. Esa es la preocupación que mantengo. Hay un tema de transparencia y legitimidad del presidente que sea nombrado.
Está claro que el resultado es bastante estrecho en margen de un lado u otro. Cada voto cuenta porque 40 o 44 mil votos, que es la diferencia actual, es muy pequeña para una cantidad de votantes de varios millones. Ese margen debe ser claramente establecido. El otro tema es que hay una información divulgada -por Ipsos- de que el 95% estaría en los márgenes regulares de cualquier elección, pero ese 5% que no está en lo regular es suficiente como para que un ganador sea uno u otro, porque son muchos votos cuando el margen es estrecho. Cuando el margen es grande, ese 5% de “irregularidades” puede no ser trascendente. Más allá de la estadística, lo que queremos es por quién votó la mayoría de los peruanos. Queremos estar seguros de que el presidente está respaldado por el voto mayoritario.
La ciudadanía no entiende por qué se discute en términos de si vale o no la impugnación, si el horario es a las 8 o 12. En mi opinión, más importante que el horario de cierre es saber realmente cómo votó la gente y no estás hablando de un trámite administrativo cualquiera, sino las voluntades políticas expresadas en un voto. Por tanto, si el tema de que no sea a las 8 sino a las 12 va a garantizar que tengamos un presidente legítimo con la mayoría de los votos, creo que ese fondo es más importante que la formalidad del horario.
Lamentablemente, la legitimidad y honorabilidad del JNE algunos lo discuten, no quiero entrar a ese detalle, pero creo que deberían ser muy pulcros en la decisión que se adopte y muy firmes en la forma en que se toman las decisiones para que no haya dudad de su trabajo.
Roque Benavides: "No hay, pues, nada excepcional sino saber la verdad"
No hay, pues, nada excepcional sino saber la verdad. Mi impresión es que lo que queremos es conocer realmente por quién votó la gente y que se respete el voto más allá de la cuestión formal de si es que se han cumplido con los plazos o no. Lo que quisiera es saber la verdad. No estoy en condiciones de juzgar [el rol de las autoridades electorales], lo que sí estoy en condición de decir es que me parece inconcebible que el JNE no esté completo. Me parece de una ineficiencia que realmente no prestigia a la democracia peruana.
Cada vez sale más información, gente conocedora de los temas electorales, que ponen en tela de juicio las elecciones. No me informo más allá de los medios de comunicación, no tengo información privilegiada de ningún tipo, simplemente me parece que no se ha cumplido con la prolijidad con la que se ha debido de actuar. No conocía el caso [del JEE Lima Centro 1].