En el 2004, durante una reunión de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), cincuenta CEO de las empresas más importantes del mundo escucharon por primera vez el término criterios ASG, que se refiere a las inversiones que cumplen con características ambientales, sociales y de gobierno corporativo, para lograr un desarrollo sostenible a nivel global.
Desde entonces, diversas compañías que invierten en los mercados de capitales (inversiones institucionales) buscan mejores oportunidades y retornos, así como activos temáticos enfocados en el cambio climático, condiciones laborales o equidad de género: finanzas con mejor impacto social y ambiental. Las inversiones responsables sumaron US$ 103,4 billones a marzo de 2020, según los Principios para la Inversión Responsable (PIR), la red de estas inversiones más importante del mundo.
¿Qué razones han impulsado las operaciones con este enfoque? “Al integrar las variables ASG reducen el riesgo en el portafolio de inversión, ya que se tiene más información sobre potenciales problemas ambientales, sociales y de gobierno corporativo”, señala Daniela Door, gerente de Alternativos y Análisis de Prima AFP, uno de los inversionistas institucionales más importantes de Perú.
De hecho, los criterios ASG pueden proteger el retorno de las inversiones. Por ejemplo, una empresa sin buenas prácticas de gobierno corporativo puede verse involucrada en un escándalo de corrupción capaz de comprometer sus ganancias. Al considerar estos factores sostenibles, se robustece la inversión y se cuida la rentabilidad de los afiliados.
En el Perú, hay cerca de 20 empresas signatarias del PIR. Uno de sus más importantes protagonistas y promotores es Prima AFP, que desde el 2019 analiza a las empresas bajo los factores ASG. Según Door, cerca de 35% de los activos en los que han invertido cumplen con estos estándares y se espera que esta cifra llegue a 60% para 2021.
Para el próximo año, además, Prima AFP planea desarrollar un reporte para los afiliados sobre los estándares ASG presentes en sus inversiones. “En el corto plazo, las inversiones responsables permiten medir mejor los riesgos. En el largo plazo, esta mejora permite conseguir mayores retornos. Esto último es importante para los afiliados, ya que sus fondos son de largo plazo”.
Finalmente, Door resalta que, incluso en la pandemia, el comportamiento de estas inversiones está siendo muy positivo. No cabe duda de que las inversiones responsables fomentan la competitividad en el mercado de capitales y tienen un impacto directo en la calidad de vida de los ciudadanos.
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