Si bien la mayor parte de las vacunas las recibimos cuando somos niños, hay un grupo de ellas que debemos tener muy en cuenta cuando somos adolescentes e, incluso, adultos y adultos mayores.
"La vacunación empieza al momento de nacer y no se acaba nunca", subraya para El Comercio la doctora Laura Joachim, reconocida pediatra e investigadora colombiana.
De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), "gracias a la vacunación se previenen 2,5 millones de fallecimientos cada año en el mundo".
Programa de vacunas para niños en el Perú:
--- ¿Cómo funcionan las vacunas? ---
Según el diccionario de la Real Academia Española, una vacuna es un preparado de antígenos que, aplicado a un organismo, provoca en él una respuesta de defensa.
En palabras sencillas, lo que hace una vacuna es presentarle microorganismos de ciertas enfermedades a nuestro sistema inmune para que los conozca, los recuerde y, en el futuro si se vuelve a topar con ellos, sepa impedirles el paso y combatirlos.
La OMS precisa que las vacunas pueden estar hechas a base de microorganismos muertos o atenuados, o de productos o derivados de microorganismos. "El método más habitual para administrar las vacunas es la inyección, aunque algunas se administran con un vaporizador nasal u oral", agrega.
--- El éxito de las vacunas ---
Para la doctora Laura Joachim, “las vacunas están, sin ninguna duda, entre las intervenciones de salud más eficaces en la historia de la humanidad. Aparte del agua potable y la buena nutrición, ninguna otra intervención de salud ha evitado tantas muertes y enfermedades, previniendo en muchos casos consecuencias discapacitantes que disminuyen la calidad de vida de los afectados”.
"El éxito de las vacunas ha sido tal que ninguno de nosotros ha visto nunca un caso de viruela (erradicada del mundo en 1977), ni una escuela para niños discapacitados producto de la poliomelitis (que existieron en Colombia hasta 1985), ni tampoco un menincoco (bacteria) feroz atacando a un niño y acabando con él en 12 horas. Ninguno de nosotros ha visto eso. Ni yo, que trabajé durante 10 años de mi vida en cuidados intensivos, lo he visto", agregó
Joachim ofreció esta declaraciones durante el taller para periodistas que cubren temas de salud que organizó la empresa Pfizer en la ciudad de Cartagena, Colombia.
En ese sentido, la especialista aseguró que "(el éxito de las vacunas) no es el producto de una casualidad de los últimos 10 años. Ni tiene nada que ver con que las personas que desarrollan vacunas quieran volverse famosas y elegantes. Una vacuna es pura ciencia".
Respecto a las personas que sienten dudas sobre las vacunas, la especialista precisa que "la tendencia a lo natural es otra cosa que nos está matando. Todo el mundo quiere vivir a lo natural: orgánico, sin azúcar... Esa tendencia a creer que lo orgánico y lo natural es bueno, ha hecho pensar que es natural no vacunar, porque las defensas del niño van a poder. Sin embargo, lo natural es morirse de meningitis, es natural quedar ciego por sarampión; eso es lo que naturalmente pasa con los niños que sobreviven. Seguir lo natural no significa ir en contra de la ciencia, significa ser responsables. Lo que es natural es que todos protejamos a todos".
--- Vacunas en adolescentes y adultos ---
Consultamos a la doctora Laura Joachim sobre las vacunas que corresponden a los adolescentes, adultos y adultos mayores, y su respuesta fue la siguiente:
En general para la población adulta sana se recomienda:
- TODOS LOS ADULTOS: Influenza estacional, Td/TdAp (Tétanos, Difteria, Tos Ferina), Meningococo y Neumococo.
- ADULTOS JÓVENES HOMBRES (hasta los 21 años) Y MUJERES (hasta los 26 años): Virus del papiloma humano.
- MAYORES DE 50 AÑOS: Herpes Zoster (culebrilla)
- Todos los adultos que no han recibido vacuna y NO han tenido alguna de estas enfermedades: Varicela, Hepatitis A , Hepatitis B, Haemophilus Influenzae tipo B (HiB).
--- El efecto poblacional de las vacunas ---
La doctora Joachim sostiene en este punto que si bien el efecto individual de las vacunas es muy importante, también hay que destacar su efecto poblacional.
En ese sentido, afirma que "por algún motivo, las poblaciones vacunadas tienen menos posibilidades de propagar una epidemia. Por eso, la gente se esfuerza tanto en encontrar una vacuna para el ébola, virus que se contagia por estar el uno junto al otro; porque si vacunan a uno, a dos o a diez, la capacidad el virus para brincar de persona en persona disminuye. ¿Por qué? Todavía no sabemos".
"En consecuencia: vacunarse es un acto de salud pública y es un acto comunitario responsable. Es más grave no vacunarse que tirar basura a la calle, porque cuando un individuo de una población vacunada no se vacuna, se tira la cadena (de protección)... Un mundo sin vacunas es un mundo donde la gente se muere fácil y feo", subraya.
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