La filial brasileña del banco británico HSBC informó el martes que mantendrá su presencia en Brasil y seguirá atendiendo a sus clientes aún cuando está en proceso de venta de sus actividades en el país.
El banco anunció más temprano en Londres que suprimirá 50.000 empleos como parte de una reestructuración que incluye la venta de sus actividades en Brasil y Turquía.
"HSBC está en un proceso de venta y no de cierre de sus operaciones en el país. El banco sigue operando normalmente y, aún después de la venta, seguirá prestando servicios a sus clientes", señaló una nota de prensa del banco divulgada en Sao Paulo.
El banco, el séptimo en activos en Brasil, "está empeñado en garantizar la continuidad del negocio en una transición suave y coordinada para un potencial comprador", añadió la nota.
Un responsable de comunicaciones del banco dijo a la AFP que las operaciones serán mantenidas no sólo para clientes corporativos, sino también a los particulares.
Con más de 21.000 empleados y más de 850 agencias en Brasil, la mayor economía latinoamericana y la séptima del mundo, HSBC se reducirá a "una presencia para atender las necesidades internacionales de los grandes clientes corporativos", informó el banco.
Esta decisión se enmarca en el objetivo de "reducir los costes en entre 4.500 y 5.000 millones de dólares anuales de aquí a 2017", según una nota enviada a la Bolsa de Hong Kong.
Tras la divulgación de esta noticia, trabajadores brasileños de HSBC y sindicalistas protestaron en Curitiba (sur), y varias manifestaciones similares fueron anunciadas en ciudades del noreste brasileño.
En Rio de Janeiro más de 500 sucursales bancarias, incluidas varias de HSBC, están en huelga hace varios días para reclamar aumentos salariales y más beneficios.
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