Estuardo  Ortiz

El 2024 será recordado como el año en que el Aeropuerto Internacional Jorge Chávez superó, por fin, las cifras previas a la pandemia, alcanzando los 24 millones de pasajeros. Con esa cifra se superó los 23,6 millones registrados en 2019, antes de la era Covid-19. Más que un número, simboliza la resiliencia de la aviación peruana y la capacidad del país para adaptarse a un entorno que no siempre ha sido fácil.

Coincidentemente ese pasajero número 24 millones fue transportado por nuestra aerolínea en la ruta Lima-Arequipa. Esto nos invita a reflexionar sobre cómo el Perú está recuperando su conexión con el mundo, lo que despierta la siguiente interrogante: ¿Estamos realmente preparados para aprovechar este momento como el inicio de una nueva etapa?

El 2025 representa una oportunidad única para transformar el panorama aéreo con la apertura del nuevo aeropuerto Jorge Chávez, que tendrá la capacidad de atender hasta 40 millones de pasajeros y generar 120.000 empleos directos e indirectos, según cifras del Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo. Con esta obra, el Perú redefine su potencial en la región, consolidándose como un punto de conexión clave en Sudamérica.

Más allá de la infraestructura, esta nueva etapa requiere esfuerzos conjuntos para garantizar que el crecimiento no solo sea sostenible, sino también accesible. La eficiencia en la gestión del espacio aéreo sigue siendo un aspecto a mejorar y, para avanzar, se necesita la colaboración entre aerolíneas, autoridades y operadores. Además, debemos considerar que la experiencia del pasajero es un elemento fundamental. Para que los viajeros sigan eligiendo al Perú como destino o punto de tránsito, es esencial que las tarifas sean competitivas y que los costos, como el TUA (Tarifa de Uso Aeroportuario), no se conviertan en un obstáculo, sino en un incentivo para atraer más vuelos y pasajeros.

En este contexto, la infraestructura mejorada, junto con una gestión eficiente y precios razonables, permitirá al Perú competir con otros aeropuertos de la región, como los de Bogotá y Panamá. Es fundamental que el desarrollo del nuevo terminal no solo fortalezca nuestra conectividad, sino que también garantice que los pasajeros puedan disfrutar de un servicio de calidad sin que los costos adicionales afecten su experiencia.

En JetSmart hemos aprendido que, para crear nuevos mercados, se requiere visión y compromiso. Abrir rutas que conecten ciudades menos exploradas es parte de nuestra propuesta, pero sabemos que para lograr este esfuerzo se necesita un entorno favorable. Es aquí donde la colaboración entre el sector público y privado adquiere mayor relevancia, especialmente en un país con tan amplio potencial turístico como el Perú.

Lo alcanzado hasta ahora nos perfila un escenario cada vez más optimista, pero también nos recuerda que el trabajo debe ser constante para, más que mantenernos estables, superar las expectativas en este sector. La inauguración del nuevo terminal del Jorge Chávez no solo marcará el inicio de una etapa para la aviación peruana; será una oportunidad para redefinir nuestro lugar en la región.

El Perú tiene los recursos, la cultura y la ubicación estratégica para convertirse en un referente en Sudamérica. Depende de nosotros aprovechar este momento no solo para conectar destinos, sino para abrir caminos hacia un futuro en el que todos ganemos. Este es el momento de construir juntos un sistema de conectividad que inspire y trascienda fronteras.

Estuardo Ortiz es CEO y Fundador de JetSmart Airlines.

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