Existen industrias enfocadas en rubros culturales y creativos, que pueden ir desde el cine, el teatro, la danza, la música, la gastronomía; entre otras especialidades. Estos sectores son comprendidos en lo que el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) llama ‘Economía Naranja’, y cada vez son más los talentos que surgen y que pueden desarrollar importantes negocios en base a sus dotes artísticos.
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Existe data que respalda el importante aporte que hacen estos negocios a las economías. Por un lado, la firma EY elaboró el estudio: “Los tiempos culturales: el primer mapa global de las industrias culturales y creativas”, donde encontró que los bienes o servicios directamente relacionados con estas industrias representan un 2,2% del PBI de América Latina y 1.9 millones de trabajos.
Pero a pesar de sus ventajas, estos sectores aún son dejados de lado. “En el Perú, estos rubros participan sólo en el 1,5% a 1,6% del PBI. Países como Colombia, Chile y Brasil, llegan fácilmente al 5% o 6%. Tenemos espacios muy grandes por desarrollar”, mencionó Augusto Javes, director de la facultad de Negocios de la Universidad Privada del Norte (UPN).
Para lograrlo, Javes resaltó que lo primero que se tiene que trabajar es el tema educativo, puesto que existe mucho temor en el mercado —y especialmente en las familias— por apostar por estos emprendimientos o estas líneas de educación.
“Nosotros somos un país conservador. Cuando un joven le dice a su padre que quiere estudiar danza, música o teatro, ve desalentadas esas opciones y deciden estudiar otras carreras”, detalló.
Y aunque uno de los mayores retos sea el tema cultural, añadió que la clave para aquellos emprendedores que quieren desarrollarse en esta economía está en que exploren sus habilidades artísticas no como un hobbie más, sino como una opción rentable para crear una empresa. Y además, que encuentren un valor diferencial que distinga a sus negocios de los ya existentes.
Desde las instituciones educativas, indicó que la oferta ya apunta a ofrecer a los estudiantes de música, teatro, diseño, entre otras carreras artísticas, cursos sobre gestión y sobre cómo llevar a cabo un plan empresarial y un negocio, para que así puedan tener herramientas a futuro.
De otro lado, dijo que otros incentivos deben partir del sector público y desde el estado, como por ejemplo la cantidad de impuestos que deben pagar estos negocios en un principio y los escenarios disponibles que tienen a nivel nacional, en el caso de industrias de espectáculos.
HABILIDADES BLANDASDe acuerdo a Javes, dentro de lo que comprende la Economía Naranja es necesario que las instituciones educativas revisen y replanteen las mallas curriculares de sus diversos cursos cada tres años para adaptarlos a los requerimientos del mercado, que se ve en constante evolución.
“Un tema muy álgido son las habilidades blandas. Ahora es necesario saber cómo trabajar en equipo y comunicarse eficazmente, porque muchos buscan sacar sus ideas adelante. El trabajo en equipo y el tema de innovación y creatividad son necesarios en estas industrias”, puntualizó Javes.
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