Anne, nombre ficticeo, aparecía mencionada cientos de veces en el chat de grupo donde sus amigos hacían comentarios de contenido sexual violento.
Anne, nombre ficticeo, aparecía mencionada cientos de veces en el chat de grupo donde sus amigos hacían comentarios de contenido sexual violento.
Rocío Huatuco

Una característica de las conversaciones en redes sociales es el uso frecuente de aumentativos, sobre todo del sufijo –azo, que, como se explica en una nota de la Fundéu (https://cutt.ly/9uUHpU), por un lado, significa golpe violento; por otro lado, “tiene valores ponderativos de la calidad y la intensidad”.

Veamos, por ejemplo, las siguientes expresiones en las que se aprecian ambos usos: “Los memes sobre chancletazos se pusieron de moda hace unos meses” (formado a partir de chancla; indica propinar un golpe con este objeto) y “Me parece locazo que las entradas para ver a King Crimson en Chile se agotaran en una hora” (viene de loco; en este caso tiene una connotación positiva).

Una recomendación: no olvide que el sufijo –azo se escribe, siempre, con z; apunto esta observación, pues en redes es usual encontrar que se escribe, por ejemplo, *buenaso, en lugar de buenazo.

Pero usar el sufijo mencionado no es la única manera de formar aumentativos. Otras opciones son los sufijos –on y –chón. Algunos ejemplos son: “Tenemos un ollón de comida para el almuerzo” o “Era solamente un fortachón presumido”.

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