Janice Seinfeld

“¡en las calles por culpa del Congreso! ¡Los médicos conscientes, defienden a sus pacientes! ¡Médico cirujano: el único autorizado! ¡Acto médico, sí; leyes que matan, no!”.

Estas fueron algunas de las arengas de los representantes del durante la protesta que organizaron el pasado viernes contra la Ley 32210. Aprobada por insistencia el 20 de diciembre, modifica la Ley de Trabajo del Cirujano Dentista para precisar que “es reconocido como la práctica médica que se sustenta en el ejercicio del acto médico en odontoestomatología, bajo responsabilidad ética, moral y legal de sus efectos”.

Para el CMP, esta ley pone en riesgo la salud de los pacientes porque, al incorporar el término ‘acto médico’, confunde las competencias de los cirujanos dentistas con las de los médicos cirujanos. En consecuencia, permite a los primeros realizar procedimientos para los que no han sido capacitados. De igual opinión han sido la Asociación Peruana de Facultades de Medicina (Aspefam) y la Sociedad de Cirujanos Generales del .

El decano del CMP, Pedro Riega, ha reiterado que los médicos cirujanos tienen una formación completa sobre el funcionamiento del cuerpo humano, mientras que los se especializan en la salud bucal. Tienen campos de acción definidos.

Por su parte, el decano del Colegio Odontológico de Lima, José Ricardo Rojas, ha enfatizado que la ley no invade el campo de la medicina general, sino que beneficiará a la población más pobre, porque permitirá que cirujanos dentistas atiendan en los servicios de emergencia hospitalaria. El autor de la propuesta de ley, el congresista César Revilla Villanueva (Fuerza Popular), dentista de profesión, por supuesto opina igual.

Pero Riega no está de acuerdo. Para él, las emergencias que llegan a un hospital público demandan la evaluación integral de un profesional médico. Incluso para que el dentista derivara al paciente a otro especialista, necesita tener la mirada integral del médico. Además, ha llamado la atención sobre cómo esta ley validaría prácticas informales de dentistas inescrupulosos que ilegalmente, y en prácticas privadas, realizan intervenciones estéticas como blefaroplastias (eliminar el exceso de piel y grasa de los párpados), liposucción de papada o bichectomía en la que, para afinar el rostro, se retiran unos depósitos de grasa llamados bolas de Bichat.

Los médicos critican la falta de evidencia que respalde la necesidad de esta ley y acusan al Congreso de estar haciendo lobby en favor de odontólogos privados. Los dentistas retrucan que una prueba de que esta medida no pone en riesgo a la población es que nadie ha fallecido en estos 45 días de aprobada la ley. ¿Quién tiene la razón?

La respuesta está en el contexto. El Perú es un país muy informal en la práctica de salud, con un déficit enorme de profesionales y de especialistas que lleva a que tengamos odontólogos generales realizando prácticas especializadas como endodoncias, sin ser endodoncistas. Dado que la probabilidad que los detecten es prácticamente nula, porque ni los colegios profesionales ni las autoridades públicas los fiscalizan, no hay incentivo alguno para ser formal. El derecho del paciente a saber qué competencias tiene quien le está brindando un servicio de salud es permanentemente vulnerado. La expresión “acto médico” de la ley abre la posibilidad de que un odontólogo termine tratando una faringitis o un esquince de tobillo, porque equipara “acto médico” con especialista de la salud.

A favor de los odontólogos tenemos que, en otros países, la formación universitaria ha evolucionado de modo que hay cirujanos dentistas que realizan cirugía maxilofacial, cirugías de labio leporino e incluso procedimientos estéticos. Pero lo hacen en una práctica integral donde tanto ellos como las universidades que los formaron están certificados. Eso no sucede en el Perú gracias al Congreso y a este gobierno, que liquidaron a la Superintendencia Nacional de Educación Superior Universitaria (Sunedu). Estos temas de fondo respaldan el reclamo del Colegio Médico del Perú. La argumentación del Colegio Odontológico de Lima tendría probablemente sentido en otro país, no en el Perú actual.


*El Comercio abre sus páginas al intercambio de ideas y reflexiones. En este marco plural, el Diario no necesariamente coincide con las opiniones de los articulistas que las firman, aunque siempre las respeta.

Janice Seinfeld es fundadora y presidenta del Directorio de Videnza Consultores

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