El martes, el Ministerio Público y la Policía Nacional ejecutaron un operativo para detener a más de 30 personas investigadas por integrar la presunta organización criminal Los Dinámicos del Centro, en la que estarían involucrados funcionarios públicos del Gobierno Regional (GORE) de Junín. Este presunto grupo delincuencial habría lucrado a partir de la ejecución de trámites ilegales “en beneficio de postulantes y/o conductores para obtener licencias de conducir originales u otras autorizaciones”. En el proceso, la concertación y complicidad con funcionarios del referido GORE habría sido fundamental.
Como se sabe, Vladimir Cerrón, líder de la agrupación política Perú Libre, que llevó a Pedro Castillo hasta la segunda vuelta, fue el gobernador regional de Junín hasta el 2019, año en el que tuvo que dejar el puesto tras ser sentenciado por actos de corrupción. Y son precisamente algunas personas cercanas a él, y vinculadas al partido del lápiz, las que hoy estarían implicadas en la referida organización criminal. Resaltan Arturo Cárdenas Tovar y Eduardo Bendezú Gutarra, militantes y dirigentes de Perú Libre que han tenido participación en la última campaña electoral, y Waldys Rumualdo Vilcapoma Manrique, excandidato al Congreso por la región Pasco.
En todos los casos, se trata de individuos que no han tenido un papel discreto en la pugna del señor Castillo por la Presidencia de la República. De hecho, Cárdenas Tovar participó en las reuniones que el partido del lápiz sostuvo con sus organizaciones aliadas, como Juntos por el Perú y Nuevo Perú, cuando empezó la campaña por la segunda vuelta. Asimismo, fuentes de este Diario confirmaron que es una de las personas de confianza de Cerrón e, incluso, el pasado 9 de junio la página oficial de Facebook de la candidatura del adversario de Keiko Fujimori publicó, bajo la firma de Cárdenas Tovar, los acuerdos a los que se llegó en la asamblea nacional del partido.
El señor Bendezú, por su lado, fue parte del equipo del partido que acudió a las reuniones organizadas por el Jurado Nacional de Elecciones (JNE) y, de hecho, fue el que le confirmó a El Comercio que se había alcanzado un preacuerdo para la realización de dos debates electorales. Según la fiscalía, también se habría desempeñado como colaborador de Los Dinámicos del Centro.
En lo que concierne a Waldys Rumualdo Vilcapoma Manrique, se trata de alguien que buscó obtener una curul en los últimos comicios, aunque sin éxito. También fue uno de los 23 aportantes en la campaña de Perú Libre, de acuerdo con el portal Claridad de la ONPE.
En todos los casos, se trata de personas cercanas a Vladimir Cerrón y que tienen vínculos claros con el partido que parece estar ad portas de colocar a Pedro Castillo en el sillón de Pizarro. Un escenario que deja más claro que nunca que un eventual gobierno del exdocente tiene que deslindar de forma enfática del exgobernador de Junín y sus allegados. Asimismo, también se tendrá que vigilar de cerca a su bancada parlamentaria, con muchos legisladores fieles a Cerrón. Mantenerlo cerca embarraría una posible administración de Castillo antes de que siquiera asuma el poder.
Esta circunstancia no solo debería concernir y preocupar a quien podría asumir las riendas del Ejecutivo, también debería generar una reacción en quienes hasta hoy permanecen como sus aliados políticos. De hecho, parte del compromiso que firmó con Juntos por el Perú implica la lucha contra la corrupción, una cruzada que estaría viciada desde el comienzo si se continúa trabajando de cerca con personas envueltas en casos de este tipo.
Aún falta que el JNE resuelva las controversias relacionadas a algunas actas electorales, pero si llegara a ser Pedro Castillo finalmente el presidente del Perú, tendrá la obligación de deslindar inequívocamente de Vladimir Cerrón y compañía.
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