La catástrofe del sistema monárquico iniciada en 1917 con la Revolución Rusa y continuada en 1918 con las revoluciones austríaca y alemana es un acontecimiento que la opinión mundial no ha comprendido debidamente. Se trata de una revolución formidable que afecta a dos tercios de Europa y que dejará tras de sí una larga estela de crisis políticas, llenas de sorpresas. El fascismo no es más que la primera de estas sorpresas. Los países que viven bajo el régimen republicano desde hace varias generaciones saben que para llegar a la democracia el camino también es muy duro.
H.L.M.