Un cablegrama de Moscú anuncia que Lenin, el cabecilla maximalista, acaba de fallecer. Su deceso ocurrió en una villa cerca de Moscú a causa de una recaída de su grave enfermedad que terminó por paralizarle la posibilidad de respirar. Hace ya varios años estaba muy delicado de salud y no tomaba parte activa en el gobierno, pero seguía siendo su titular. Su deterioro físico no permitió alentar la esperanza de que Lenin pudiera recuperarse y reasumir sus importantes funciones. Se ha decretado duelo nacional y no hay fecha para sus funerales. H.L.M.
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