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Aguantando a ‘Juanjo’. Una crónica de Fernando Vivas sobre la permanencia de Santiváñez en el gabinete
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El último escándalo de ‘Juanjo’ es más corrosivo que otros porque salpica a la cabeza del gabinete. Que Arana, según audio grabado por un testigo que visitó a Santiváñez en su oficina del Mininter, le haya respondido con aquiescencia –“lo veo ahorita”- ante un supuesto pedido para trasladar a un reo de un pabellón a otro en el penal El Milagro de Trujillo, pinta de colores un cuadro de tráfico de influencias, aún sino se produjo el traslado. Para hacerlo más grotesco, el presidiario es Manuel Salirrosas, un policía condenado por pertenecer a una banda criminal en Trujillo, capital de la extorsión. (El actual jefe del INPE, Iván Paredes, contó el miércoles en la Comisión de Fiscalización, que Salirrosas no fue cambiado de pabellón en el 2024, pero que el pasado julio lo trasladaron al penal de Cajamarca, en castigo porque en una inspección se le encontraron varios USB, lo que está prohibido en su régimen carcelario).
Aunque ni ‘Juanjo’ ni Arana reconozcan -como en su presentación en Fiscalización- la voz, la inflexión, el pedido y el ‘ahorita’, queda la infame constancia judicial de que Santiváñez, cuando entró al Mininter, abogaba por un ex policía putrefacto, condenado en todas las instancias y que no se salvó ni con el habeas corpus ante el TC que él interpuso en el 2022. Este fue resuelto, en contra de Salirrosas, el 16 de febrero del 2024, 3 días antes de que ingresara al Mininter. Luego, tuvo que devolver dinero a la familia del cliente, como lo documenta un post de la cuenta en X que Santiváñez dice que no es suya sino de ‘sus fans’.
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‘Juanjo’ llegó al gobierno el 19 de febrero del 2024 para quedarse. Era el jefe del gabinete de asesores del Mininter y serruchaba al ministro de turno. El impasible Víctor Torres Falcón agonizaba devorado por las llamas de la inseguridad y Santiváñez lo ayudó como vocero. Bastaba oírlo unos minutos para intuir que se pondría el fajín. Pero tuvo que esperar un mes y medio más, a que jurara y cayera otro ministro fusible, Walter Ortiz. Mejor para él, pues en ese lapso templó los ánimos, ponderó lo que le esperaba y entró con viada. No estoy elucubrando nada; todo eso está entredicho en la larga conversación chifera con Junior Izquierdo (a) Culebra. La grabación de ‘Culebra’, se ha convertido en el ‘master’ del pensamiento ‘Juanjo’, aunque niegue que sea su voz.
Santiváñez juró el 16 de mayo del 2024 y duró hasta el 21 de marzo de este año no porque Dina le pidiera irse sino porque la mayoría congresal decidió afinar su relación con el gobierno y lo censuró. Tan aferrada estaba ella a su amigo que no lo sacó antes -gesto recomendable para atenuar el golpe- sino que esperó la votación con la esperanza de un milagro. ‘Juanjo’ no se fue de su lado: pasó a su gabinete de asesores y de ahí a la Oficina de Monitoreo Intergubernamental ¿Por qué no se quedó en ese hueco, callado como había aprendido a estarlo? En la respuesta puede estar la explicación de la crisis actual.

Miren de costado
Paradójicamente, la clave del retorno de ‘Juanjo’ al gabinete la dio el primer ministro, Eduardo Arana. No quiero decir que él lo quisiera, nada que ver; pero su carácter permitió que Dina se lo impusiera. Cuando se desgastó la relación con Gustavo Adrianzén, primer ministro sobrepasado por un gabinete que tenía su propio entendimiento con Dina; Arana fue el reemplazo ideal para ella a partir del 4 de mayo en que asumió. Dina le cumplió algunas condiciones para engancharlo ¿Recuerdan que los ministros derivaban las preguntas sobre las cuitas de Dina a los abogados y pedían que se les pregunte sobre sus carteras? Fue una condición que puso Arana. Sino se dieron cuenta es porque duró muy poco.
Dina renovó la arenga de ‘si tocan a uno tocan a todos’ y ahí ven las consecuencias. De muestra un botón: El Minam, Juan Carlos Castro defiende a ‘Juanjo’ como si fuera una pieza insustituible del medio ambiente. Lo es para Dina al punto que arriesgó su viaje a la asamblea de la ONU por él. Lo digo porque cuando sus operadores bregaban para el permiso de viaje también preparaban la cancha para salvar a ‘Juanjo’. Los congresistas son propensos a no cumplir el paquete entero de anhelos ajenos. Apuesto a que a ‘Juanjo’ no le ha hecho gracia que permitan que Dina vaya a NY, porque el Congreso será menos ‘dinista’ cuando le toque ver su suerte.
Dina lo quiere tanto, pero tanto, que es muy probable que su aparición del domingo pasado hablando de la reforma de pensiones y abogando por un nuevo retiro de fondos de las AFP; tuviera como objeto inflar ese tema para que nos distrajera de la crisis de gobierno que se venía. Cuando ella habló aún no se había hecho público el audio con la presunta voz de Arana; pero “Panorama” ya había hecho las consultas periodísticas a los involucrados y, por lo tanto, ella sabía lo que se venía. Otro tema, no buscado por el gobierno aunque atendido sin eficiencia, también nos distrajo: las huelgas y protestas que arruinaron al turismo en Machu Picchu. Y el jueves la fiscal Delia Espinoza robó cámaras a todos pidiendo sacar a Fuerza Popular de carrera.
Volvamos a la paciencia zen de Arana. Su carácter lo hizo proclive a tolerar las arengas de Dina para que el gabinete la defienda y -¡zas!- aceptar la vuelta de ‘Juanjo’ nada menos que al Minjus, su ex cartera. Además, ambos, Juanjo y él, son masones, lo que abonaría a la extrema tolerancia del primer ministro ante las cuitas del nuevo Minjus. El negado ‘lo veo ahorita’ también tendría sentido dentro de dicha hermandad. En realidad, Arana, en su descargo, ha usado un término condicional: “No reconozco ese audio”, dijo el miércoles en la Comisión de Fiscalización. Ello puede entenderse como que no descarta la posibilidad de que alguna conversación similar haya ocurrido, pero él no la recuerda. Lo que niega es haber oído o accedido a algún pedido indebido.

(Hago un paréntesis luego de conversar con un ex jefe del INPE. Me explicó que aunque Arana hubiese querido honrar el presunto ‘lo veo ahorita’, lo más probable es que hubiese desistido. Los reos están sujetos a una normativa muy rígida y sus traslados y cambios de régimen no pueden ser inmediatos, sino fruto de evaluaciones, puntajes y evidencia de que el reo ‘progresione´’, jerga técnica penitenciaria que señala que las condiciones del preso van cambiando de acuerdo al tiempo cumplido de pena. “Ningún jefe del INPE te va a firmar una resolución que no respete eso”, me dijo. La ironía para Salirrosas es que Santiváñez le ha traído mala suerte pues ahora que el foco está puesto sobre él, ha ‘regresionado’ a un penal cajamarquino alejado de su familia trujillana“.
La tolerancia de Arana por sí sola no explica la vuelta de Santiváñez, sino un grueso y simple cálculo político de Dina ¿Cuál es? Que tanto la oposición congresal como la opinión pública estará concentrada en la campaña electoral e, indisociable a esto, que ‘Juanjo’ se esforzará en complacer la agenda de dicha mayoría. El cálculo es muy grueso, claro que sí. Primero, tiene un hueco temporal. Mientras los candidatos no estén oficialmente en el partidor -a fines de noviembre cuando pasen por las elecciones internas de sus partidos-, las noticias sobre el gobierno seguirán teniendo el peso que les corresponde.
Luego, los partidos con bancada en el Congreso necesitan despercudirse de los escándalos dinistas. Por ejemplo, Renovación Popular vive un dilema: los más religiosos, como Alejandro Muñante o el propio ´Porky’ López Aliaga, quieren a ‘Juanjo’ porque este predica su religión de mano dura anti caviar; pero congresistas como Patricia Chirinos o Norma Yarrow ven el asunto con ojos más laicos y prosaicos. En la misma sintonía ‘Santiváñez no más’ está Avanza País según declaraciones al paso de algunos de sus congresistas.
El presidente del Congreso, José Jerí, minimizó el escándalo; pero suele replantear sus declaraciones según sople el viento. Conversé con Miguel Torres, vocero de Fuerza Popular y asesor principal de la bancada. “Nosotros buscamos un equilibrio entre dar gobernabilidad y hacer una fiscalización efectiva. Y no somos tibios cuando tenemos que tomar decisiones. No lo hemos discutido ni decidido aún, pero pienso que Santiváñez debe salir”, me dijo. Así las cosas, la correlación de fuerzas en el Congreso está contra ‘Juanjo’; pero cualquier giro en la coyuntura podría salvarlo, hasta una nueva crisis. O agravarlo y llevárselo junto con Arana. ‘Juanjo’ vale un gabinete y Morgan Quero sería un candidato a ocupar la PCM (entre ser premier y candidato a senador del partido boluartiano Ciudadanos Por el Perú que solo saltaría la valla de milagro, no hay comparación). Pero no nos apuremos, las bancadas dispuestas a bajar el dedo a ‘Juanjo’, le concederán la gracia de la interpelación (a pesar de que podría votarse su censura inmediata tras su presentación en Fiscalización) y de esa forma le alargan el tiempo de vida o muerte política.










