Martín Vizcarra asumió la presidencia de la República el 23 de marzo pasado. (Foto: Sepres)
Martín Vizcarra asumió la presidencia de la República el 23 de marzo pasado. (Foto: Sepres)

El 26 de octubre del 2016, en una conferencia de prensa realizada en el Gran Comedor de Palacio de Gobierno, el entonces presidente Pedro Pablo Kuczynski (PPK) y el primer ministro Fernando Zavala presentaron un documento de rendición de cuentas de sus primeros cien días de gestión.

Desde la toma de mando hasta la fecha mencionada solo habían transcurrido 90 días, sin embargo, Zavala especificó que en los diez días posteriores los ministros irían mostrando al detalle los avances en cada uno de sus sectores.

A menos de dos años de aquel suceso, PPK y Fernando Zavala ya no son parte del Ejecutivo. Kuczynski, con su renuncia formulada el 21 de marzo pasado, cerró prematuramente su quinquenio en el sillón presidencial. A diferencia de la ceremonia antes descrita, el último domingo se cumplieron los cien primeros días de gestión de su sucesor sin que se presente algún resumen o se convoque a los medios de comunicación.

Por el contrario, el ahora presidente persiste, tras el período trascurrido, que uno de los principales distintivos de su gobierno es su despliegue. “Ahorita solo me falta tres regiones por visitar: Tumbes, Amazonas y Apurímac”, manifestó en una entrevista concedida al programa de TV “Punto Final”. ¿Cuál es el balance de esta primera etapa?

Para el analista político Luis Nunes, la situación que enfrentó Martín Vizcarra dista mucho de la que se le presentó a Pedro Pablo Kuczynski, pues este último tuvo un tiempo prudencial para elegir a los miembros de su Gabinete Ministerial y plantear sus primeras acciones de gobierno.

“Tenemos un presidente producto de una transición que pudo ser traumática pero que finalmente se dio en un clima de inusitada tranquilidad. Ha sido un plazo muy corto para analizar sus primeras acciones. Lo que vemos ahora es un presidente viajero, pero eso no es equivalente a gobernar. La población espera frutos”, dijo a El Comercio.

Pese a que el jefe del Estado ha pedido seis meses antes de una primera evaluación a su administración, la impaciencia de la ciudadanía por resultados rápidos se ha traducido en sondeos menos favorables. La encuesta de El Comercio-Ipsos del mes pasado reveló que la aprobación de Vizcarra cayó de 52% en mayo a 37% en junio.

Como explicación a ello, Nunes señala que el Gobierno podría estar repitiendo las mismas equivocaciones comunicacionales que cometió la gestión de Pedro Pablo Kuczynski.

En opinión del analista político César Campos, dadas las circunstancias bajo las cuales Martín Vizcarra asumió la presidencia, el balance de estos primeros 100 días no puede tomar criterios idénticos a los que midieron a otros mandatarios, pues la situación representa una “sucesión atípica”.

“Esta es una continuidad sui generis. Los desafíos que ha tenido Vizcarra han sido muy distintos a los que tiene alguien que se inicia en Palacio de Gobierno luego de una elección, incluso había un número alto de personas que decía no conocerlo. Ha viajado, pero eso no le ha rendido réditos. El problema es que ha ido con voluntad de tantear terreno y no necesariamente a tomar decisiones”, diagnosticó.

Respecto a la relación entre el Ejecutivo y Fuerza Popular, Campos considera positivo que el Gobierno no haya protagonizado mayores contiendas con la oposición, más allá de la ley que prohíbe la publicidad estatal en los medios privados.

“No debe empujarse al Ejecutivo a una confrontación. El Gobierno debe manejarse en un nivel de equilibrio con Fuerza Popular, que controla el Parlamento, y que ha generado su propia imagen de desgaste como partido político”, agregó.

Por su lado, Mabel Huertas, coordinadora del Grupo de Análisis Político 50+1, asevera que el mejor activo de Martín Vizcarra es su sociedad con el primer ministro César Villanueva, a quien considera “una pieza clave de este Gobierno”.

“¿Qué expectativas deberían haberse generado de un vicepresidente que llega a la presidencia sin un partido y sin un plan? Pocas. Por eso creo que Villanueva está articulando lo que a duras penas se puede lograr en esta primera etapa. Ahora, no solo se debe pensar en función de las acciones del primer ministro”, destacó.

Según la periodista, la visión regional que Martín Vizcarra y César Villanueva le han imprimido a la administración es importante, pero debe hacerse efectiva con precauciones frente a eventuales inconvenientes.

“No sé si las millonarias transferencias de dinero a los gobiernos regionales y locales han llegado en un momento adecuado. Es época electoral, deben estar atentos a que esos esfuerzos presupuestales no caigan en saco roto. Habrá un nuevo elenco de gobernadores y alcaldes próximamente”, añadió.

-Pendientes y urgentes-
Mabel Huertas indica que, si bien Martín Vizcarra carecía de herramientas al inicio de su mandato, ahora las tiene a través de las facultades legislativas que le ha otorgado el Congreso para abordar asuntos de prioridad, “como la reconstrucción del norte del país o poner en orden los asuntos tributarios”.

“Me queda claro que el crecimiento del que se ha hablado en los últimos tiempos es herencia de lo que venía desde atrás. Ahora, es importante ver a corto plazo qué va a hacer el Ejecutivo con las facultades que se le dieron. Las expectativas deben estar puestas en ello”, explicó.

Campos coincide con Huertas sobre los motivos del reciente crecimiento económico, aunque añade que este durará poco, por lo que la gestión de Martín Vizcarra deberá capitalizar a su favor dicho beneficio.

Por otro lado, advierte que cuando existe la percepción de un gobierno débil, varios sectores organizados pueden buscar empoderarse a través de mecanismos de protesta. “Un ejemplo de ello ha sido la huelga de Pedro Castillo y una tribuna del sector educación. Han querido aprovechar las debilidades del Ejecutivo. Deben estar pendientes de estos problemas”, acotó.

Finalmente, el analista político Luis Nunes apunta como una prioridad impostergable que los miembros del Gabinete Ministerial den a conocer sus acciones e ideas, ya que “se les conoce muy poco”.

“Los ministros necesitan un entrenamiento de cómo responder ante los medios y comunicar mejor a la ciudadanía. Este equipo, más que una recomposición, requiere de un lavado y un engrase, ponerse las pilas y viajar más que el presidente”, agregó.

Así, con o sin conferencia de prensa por sus primeros cien días de gobierno, queda en evidencia que al Ejecutivo que lidera Martín Vizcarra le sobran tareas en la agenda.