Martín Vizcarra dirigió un discurso por el 89 aniversario de la reincorporación de Tacna al Perú. (Foto y video: Presidencia)
Redacción EC

El presidente manifestó que sabía que con su decisión de plantear una reforma judicial y política iba a enfrentarse a "grandes intereses, la delincuencia, el narcotráfico, políticos corruptos, jueces y fiscales que arreglan procesos bajo la mesa”.

En ese sentido, dijo “ya he comenzado a recibir lo que estaba esperado”.

“No me van a doblegar, continuamos en el rumbo que hemos trazado el 28 de julio. No nos van a doblegar, hagan lo que quieran, hagan lo que puedan, pero no podrán contra el pueblo del Perú que se ha decidido a combatir la corrupción”, aseveró también.

El jefe de Estado dio un discurso por el 89 aniversario de la reincorporación de Tacna al Perú, en donde señaló también que estará a la cabeza de los cambios que necesita el Perú "cueste lo que cueste y caiga quien caiga".

Vizcarra encabezó esa actividad pública cuando desde la bancada de Fuerza Popular se le ha cuestionado no solo por las reformas que ha planteado, sino también por su versión sobre las reuniones que sostuvo con la lideresa de dicho partido, Keiko Fujimori. 

Como se sabe, ese encuentro fue revelado el domingo por Fujimori. Además, la ex candidata presidencial y el jefe de Estado entraron en contradicciones ayer respecto a las condiciones de las reuniones, la solicitud de las mismas, el pedido de una tercera reunión y la situación de la ministra de Salud, Silvia Pessah.

En otro momento, Martín Vizcarra reconoció que asumió hace cinco meses la presidencia del Perú casi de una forma inesperada luego de desempeñarse como embajador en Canadá. Cabe recordar que previamente fue ministro de Transportes en la gestión de Pedro Pablo Kuczynski (PPK).

"Como yo le dije a la gente más cercana, yo nunca me chupo, yo asumo las responsabilidades", comentó. 

Asimismo, refirió que el país no logrará su desarrollo si no se combate a la corrupción. Por ello, defendió las reformas que ha planteado en el sistema judicial y político para lograr tal fin. 

“Tuve que tomar una decisión. O hacía un discurso convencional, como lo han hecho los presidentes de las últimas décadas y luego tenía tres años de gobierno tranquilo haciendo unas obras por aquí o por allá, o me comprometía a cambiar las instituciones. […] Y por eso planteamos la reforma del Poder Judicial y la reforma política para combatir la corrupción. Yo sabía que no era una decisión fácil...”, sentenció.