La delincuencia en Lima está cada vez peor. Hace unos meses regresaba a casa, del trabajo. En hora punta solía escaparme del tráfico de la carretera Panamericana Sur, por la salida que está a la altura del puente El Derby. Iba por la avenida Velasco Astete que colinda con el Pentagonito. Justo en el cruce con Esmeralda y a dos cuadras de la comisaría de Chacarilla del Estanque que está muy cerca a la parroquia Santísimo Nombre de Jesús. Ahí, parado en el semáforo en rojo y en pleno tráfico de un viernes por la noche, una moto (con dos ladrones) me cerró. Uno de ellos, me apuntó con una pistola y me robó el celular, la cadena de oro y el aro de matrimonio. Cuando acudí a la comisaría, esa que está a unos cuantos metros, el comisario que tomó mis declaraciones me contó con orgullo que la Policía Nacional del Perú había adquirido un software que los mantenía conectados en tiempo real. A la misma vez, mientras ‘tipeaba’, hizo una pausa abrupta: “Este sistema de mierda se para colgando”. Esta es una de las tantas incongruencias tecnológicas que suelen estar presentes en la mayoría de los sistemas utilizados o adquiridos por las distintas instituciones del Estado peruano.
Estamos a puertas de unas Elecciones Regionales y Municipales y considero que una de las variables más importantes para tomar una decisión final por tal o cual candidato deben de ser sus planteamientos para combatir la delincuencia. Además, creo que, para obtener un resultado positivo en ese ámbito, dichas propuestas deben estar ligadas o soportadas en distintas plataformas tecnológicas. Aún no he tomado ninguna decisión y tampoco busco que esta columna apoye a algún candidato. Pero cuando me crucé en redes sociales con este video, me sentí identificado con el planteamiento tan directo y puntual respecto a las tecnologías que le gustaría implementar a este candidato que no conozco, ni pretendo dirigir mi voto. Solo concéntrense en la propuesta del video para combatir la delincuencia.
Siempre he estado de acuerdo y hoy más que nunca, con el refrán: “el que mucho abarca poco aprieta”. Por ello, recalco que para estas elecciones estoy concentrando mi mirada en el tema de la seguridad ciudadana que se encuentra tan afectada en nuestro país. Y soy un convencido de que la misma debe caminar de la mano con los avances tecnológicos. Como se sabe, esta fue una de las principales estrategias del actual presidente de Colombia, Iván Duque. En la última campaña electoral de su país capturó muchos votos ligados a sus constantes propuestas entorno a Blockchain como pieza principal, de engranaje, de sus proyectos.
Las grandes start ups que han revolucionado el mundo digital surgieron como respuesta o solución a un problema. Sobre todo las más vigentes que además han venido soportándose en economía colaborativa como Airbnb. Lo mismo le sucedió a Garrett Camp, cuando creó la conocida empresa de transporte: Uber. Tal como se cita en el libro “Lo que viene” de Brad Stone: “Durante décadas, San Francisco había mantenido el número de licencias de taxi alrededor de las 15.000. Las licencias en la ciudad eran relativamente baratas y no podían ser revendidas… Por lo que los nuevos permisos sólo estaban disponibles cuando moría algún taxista, y cualquiera que tratara de conseguir una le tocaba esperar años”. Así, Stone, quien reporteó la vida de Camp, cuenta en su libro como este último se dio cuenta que no era posible parar un taxi con facilidad en San Francisco. Y ante este problema decide crear Uber. Una solución, además, escalable en cualquier parte del mundo. Como el transporte eléctrico que su uso se sigue incrementando en nuestro país y aún no está siendo regulado. Lo que les toca a los candidatos de estas Elecciones Regionales y Municipales en Perú es revisar aquellas propuestas disruptivas para mitigar problemas como el crecimiento de la delincuencia en nuestro país. Sí, propuestas como la del compatriota Moisés Salazar y su red social para combatir los asaltos que debería de ser tomada en cuenta por todos los postulantes al sillón municipal.
Miremos lo que sucede en otras partes del mundo. Por ejemplo, en ciudades inteligentes como Yarrabend, en Australia. Ahí, donde la empresa internacional Tesla viene trabajando en una comunidad autosostenible. Y para muestra otro botón: Venecia, la conocida ciudad italiana construida sobre el agua vive contra el tiempo y hay muchos expertos que han escrito sobre la cantidad de años de vida que le quedan a dicha ciudad de los canales, pero la tecnología está haciendo posible que Venecia pueda ser salvada. Los invito a leer sobre el proyecto Moisés que busca evitar que dicha ciudad siga hundiéndose. Este es un claro ejemplo de cómo la tecnología ayuda a corregir problemas en ciudades con problemas importantes.
Con el caso anterior, recordé la noticia que conmocionó al mundo entero hace poco más de un mes cuando cayó el puente de Génova. Tras las investigaciones se supo que el ingeniero que había diseñado dicho puente había advertido hace 40 años sobre los riesgos que se venían presentando en el mismo. Con tecnología se puede medir y llevar a cabo una evaluación constante de dichas estructuras y así prevenir accidentes. Sí, se pudo haber anticipado en nuestro país el desplome del puente Solidaridad. No sé si les ha pasado, pero cuando pasas por el puente Trujillo (1610) o el Balta (1869), las estructuras tiemblan con tanta fuerza que siempre pienso que en cualquier momento se van a caer. Espero que no. Sería una buena idea revisar dichas estructuras aplicando tecnología de punta. Pero insisto, “el que mucho abarca poco aprieta”. Si bien hay otros temas importantes por revisar, si los colocamos en una balanza, el problema del incremento delincuencial debe ser el más pesado.