Las videollamadas han cambiado: ¿es mejor usar la webcam de la laptop o una cámara externa?

La pandemia obligó a muchos a usar más la webcam que viene integrada en las laptops, ya sea para una reunión de trabajo, una clase virtual, una consulta médica o simplemente para conversar con amigos. Pero, ¿cuatro años después, se han vuelto obsoletas frente a las nuevas cámaras externas?

En pleno auge de las redes sociales, las transmisiones en vivo por Internet o streaming, el trabajo de influencers, hoy en día existe una necesidad por mayor calidad de imagen, que muchas veces las webcams no pueden ofrecer.

MIRA: Un teclado para pacientes con lesión medular hecho por universitarios peruanos: te contamos en qué consiste y cómo funciona | VIDEO

Señala un informe de El Confidencial que las cámaras que vienen integradas a la pantalla de la laptop han encontrado dificultades, “son necesariamente pequeñas porque van montadas en el exiguo espacio de la tapa del equipo”. Esto obliga que se pierda grosor y se pierda calidad de la óptica.

Esto ha sido superado con las cámaras externas. Tienen mejores lentes y sensores más grandes para tener más nitidez en la imagen (incluso 4K), un mayor campo de visión a tu alrededor y se comportan mejor en condiciones de baja luminosidad.

Otra diferencia es que las webcams, al ser parte de la computadora, puede verse afectado el sensor generando más ruido en la grabación. Tampoco cuentan con buenos micrófonos y terminan generando un eco alrededor de la voz. Además, la posición de la cámara no favorece tener un buen ángulo de toma.

Por el contrario, la cámara externa, según el informe, permiten ajustar mejor la imagen simplemente porque se pueden posicionar a placer y tienen cancelación de ruido, para captar tu voz y separarla del ruido ambiental.

Así, todo parece estar a favor de las cámaras externas: por calidad, imagen, variedad de ángulos. Sin embargo, las webcams siguen formado parte del computador. Uno de los problemas es la portabilidad, es decir, llevar siempre una cámara adicional a cualquier lugar.

En cuanto a las cámaras externas se recomienda comprar un sensor que no esté por debajo de 1080p, que sea capaz de grabar a un mínimo de 30 fotogramas por segundo y pueda tener de 90 a 110 grados de campo de visión. Además, que sea capaz de comprimir vídeo en H.264.