"Game of Thrones": lo siento, Dany, Sansa Stark no necesita dragones para tener poder

Sansa Stark, interpretada por Sophie Turner,​ podría ser quien termine sentándose en el Trono de Hierro al concluir "Game of Thrones". A riesgo de que califiquen la idea como descabellada o inconsistente, la evolución de Sansa en siete temporadas podría ser la razón suficiente para pensar tan alto.

► "Game of Thrones": los personajes que no deben quedar impunes | FOTOS
► "Game of Thrones" 8x01: una crítica con SPOILERS

[ESTE ARTÍCULO CONTIENE SPOILERS]

La hija de Ned y Catelyn Stark ha pasado de ser odiada a amada a través de las temporadas de la ficción inspirada en los libros de George R. R. Martin. Actualmente, es la señora de Winterfell, y ha sobrevivido a todo hasta llegar a este cargo, el cual desempeña con justicia e inteligencia.

UN CAMINO DE SIETE TEMPORADAS

Sansa Stark no siempre fue la mujer fuerte y racional de la octava temporada. Al inicio de la historia, la joven Stark fue presentada como una doncella enamorada de la realeza su única ambición era ser la esposa de un aristócrata; por eso cuando la comprometen con el príncipe heredero, Joffrey Baratheon (Jack Gleeson), lo toma con alegría. 

Sansa se va a King's Landing a vivir con la familia real, donde conoce el verdadero rostro del monstruo Joffrey. Además, tiene como "guía" a Cersei Lannister, quien representó en aquella época todo lo que ella quería ser: la esposa de un rey.

Después del asesinato de su padre por órdenes de Joffrey, Sansa pasa por varios cambios, pero continúa siendo débil e impresionable. En las siguientes temporadas, la joven Stark continúa viviendo como una prisionera y es obligada a casarse con Tyrion Lannister (Peter Dinklage), mientras que Joffrey está comprometido con Margaery Tyrell (Natalie Dormer).

Lo mejor que le ocurre a Sansa en King's Landing es conocer a la abuela de Margaery, Olenna Tyrell (Diana Rigg), astuta anciana que le enseñará cómo sobrevivir en un mundo de hombres.

En la cuarta temporada, logra escapar de la capital, y se va convirtiendo en la ama de su propio destino, pero todavía inmadura. Toma la equivocada decisión de confiar en Lord Baelish (Aidan Gillen), supuesto amigo de la familia. Sansa llega a Eyrie para esconderse de los Lannisters, se tiñe el cabello de negro y se hace pasar como la hija bastarda de Petyr Baelish (Littlefinger), Alayne Piedra.

Después que Petyr Baelish asesina a la tía de Sansa, él convence a la joven de hacer una alianza con los Bolton para que puedan recuperar el Norte. Sansa acepta y contrae matrimonio con Ramsay (Iwan Rheon), el hijo bastardo de Roose Bolton (Michael McElhatton). 

Si Joffrey ya era un desgraciado, Ramsay fue mil veces peor. Sansa pasa por el peor momento de su vida. El hijo de Roose Bolton abusa de ella. Sansa se convierte en una sobreviviente y logra escapar de las garras de los Bolton. La hija de Ned Stark se reencuentra con Jon Snow (Kit Harington) y juntos recuperan el Norte. Lo consigue con ayuda de Baelish, al que ordena asesinar en la temporada 7; librándose de su influencia y vengando así la muerte de Ned. Porque para ella no hay nada más importante que su familia y Winterfell, aunque para eso tenga que ir en contra de todos.

PODER SIN MAGIA NI DINERO

Sin menospreciar la inteligencia y poder de 'Khaleesi' (Emilia Clarke), debemos reconocer que ella ha conseguido lo que tiene gracias a sus dragones y el 'don' de no arder. Ambos hechos han logrado que los pueblos que ha "liberado" la respeten como si fuera una diosa entre hombres; mientras que Cersei Lannister basa su poder en el dinero, con el cual contrató a los efectivos mercenarios de la Compañía Dorada. En esta lista iba a colocar la "sabiduría" de la Leona de Casterly Rock, pero las decisiones que ha tomado desde la muerte de su padre ponen en tela de juicio esa virtud.

Lady Sansa no ha necesitado -ni necesita- dones, dragones, dinero o mercenarios contratados para ser respetada por los Señores de Invernalia. Sus decisiones y alianzas la consagran como una mujer poderosa, una sobreviviente a la misoginia de Westeros, y que ha logrado convertir su pesar en un arma para lograr sus objetivos.

No debería sorprendernos que, si bien la historia tiene como protagonista y antagonista a Daenerys y Cersei, ocurra un giro y esa muchacha de pelo rojo se convierta en Sansa Stark, Primera de su Nombre, Reina de los Ándalos y los Primeros Hombres. Aunque parezca exagerado para algunos, todo puede ocurrir en "Game of Thrones". Solo Sophie Turner y otros pocos afortunados, conocen la verdad.

En definitiva, ya no es Zonza Stark.