Kiko Ledgard fue una estrella de la naciente televisión peruana. Histórico productor y animador de la televisión tanto en el Perú como en España, fue, además, un destacado deportista. Fue un efectivo boxeador y un ágil nadador. Esos días fueron felices para Kiko, que expresaba su alegría por volver a su tierra natal.
Se lució con sus tres relojes en cada brazo -un amuleto, decía- y las medias de distintos colores. Kiko regresó a España y un poco más de un mes después, el lunes 23 de octubre de ese mismo año, falleció de un infarto de miocardio en pleno sueño.
Faltaban días para que cumpliera 77 años de edad. Toda una vida dedicada al espectáculo, la televisión y el entretenimiento. Los restos del animador peruano fueron velados en Madrid, para finalmente ser incinerados en el cementerio de La Almudena. Sus cenizas fueron traídas al Perú, por pedido del propio artista del espectáculo. Kiko nunca dejó de sentirse peruano, nunca dejó de venir al país para conversar con sus amigos y disfrutar del mar de la Costa Verde.
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