En el Perú uno de cada cinco jóvenes no conseguirá un empleo adecuado. Ninipolis pretende ayudar a entender el por qué. [Foto: Ninipolis]
En el Perú uno de cada cinco jóvenes no conseguirá un empleo adecuado. Ninipolis pretende ayudar a entender el por qué. [Foto: Ninipolis]

Por Joan Praga

Bienvenidos a Ninipolis, un lugar en el que si se es mujer, de bajo nivel económico y de pobre educación básica, son más altas las posibilidades de tener problemas para acceder a una buena educación superior y a un empleo formal que le ayude a mejorar la calidad de vida. ¿Suena conocido? Ninipolis, en realidad, es el Perú. Se trata de un juego elaborado por Oxfam y Actúa.pe en el que se simula las realidades de los jóvenes peruanos de nuestros tiempos.

La data para la simulación que propone se basa en los resultados del estudio Ser joven el Perú: educación y trabajo, hecho por Ana Paula Franco y Hugo Ñopo, investigadores de Grade. “Para que estudios como estos tengan impacto es necesario que no se queden en el papel y en el ámbito académico y se traduzcan en políticas públicas, sí, pero también es importante que la población involucrada en el estudio conozca los resultados. Esto con la finalidad de interpelarlos e involucrarlos en el desarrollo de su entorno”, dice Ñopo.

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“El objetivo de Ninipolis es ponerte en el lugar de los jóvenes peruanos y tratar de conseguir un empleo adecuado, atravesando los desafíos del cotidiano, y, por lo tanto, aprender acerca de las desigualdades que viven en el Perú. El juego asigna al usuario un personaje de manera aleatoria. Este tendrá que pasar por tres grandes etapas: el colegio, los estudios superiores y el primer trabajo. Ahí experimentarán cómo la desigualdad afecta sus oportunidades de desarrollo a través de situaciones de la vida real”, explica Alexandra Alayza, vocera de Oxfam.

“La juventud es el momento importante en el que las personas deben invertir en dos canales claves: educación y empleo. Lo que sucede es que los jóvenes no siempre tienen el mejor capital para desarrollarse adecuadamente en ambos porque vienen de un sistema educativo que no necesariamente forma las habilidades en los estudiantes, que tienen barreras y limitaciones en los mercados laborales”, explica Hugo Ñopo.

En la elaboración del juego participó el estudio de videojuegos Rayo Láser, a cargo de Mauricio Castro, quien también es gamer, diseñador, programador y profesor escolar. Él apostó por hacer de Ninipolis una experiencia más cercana a una simulación que un juego de pasar niveles y conseguir cosas. “Lo que me gusta de los juegos de simulación clásicos es que ayudan a que el jugador se ponga en el lugar de otro. Por eso la idea fue tratar de construir una simulación de nuestra realidad”, dice. Para ello se basó en clásicos recientes como SIM City o Papers Please, donde se van presentando historias y situaciones para resolver.

Si bien estos juegos de simulación son los preferidos de un público adulto, Carrasco considera que la oferta de contenidos y de entretenimiento para los chicos cada vez se vuelve repetitiva, por lo que bien Ninipolis llamará la atención de los jóvenes y adolescentes. La plataforma se lanzó esta semana y, además de la viralización en redes sociales, Oxfam ya apostó por difusión su off line entre sus voluntarios y, próximamente, en redes escolares.

Se puede jugar en PC o en celular entrando a la página web:

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Ninipolis adopta su nombre del término nini, un neologismo que nace de la expresión “ni estudia ni trabaja”. Nini se usa para referirse a jóvenes sin posibilidades educativas ni laborales.

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