Enrique Planas

Sabio ilustre, eminente republicano y uno de los mejores matemáticos de su tiempo. Prócer de la Nación y creador oficial del Escudo Nacional, al doctor José Gregorio Paredes la historia no le ha reservado grandes homenajes: solo una breve calle en el distrito de Pueblo Libre lleva su nombre. Paredes se ubica dentro del crepúsculo de la historia virreinal, cuando la cultura científica europea, intentando mantener el dominio intelectual sobre las colonias americanas, consideraba este continente como “inmaduro, débil e impotente”, según escritos del naturalista francés Leclerc de Buffon, por ejemplo.

Como advierte la historiadora de Arte Natalia Majluf, desde finales del siglo XVIII, los científicos criollos jugaban la batalla independentista en su propio campo, exaltando la naturaleza local para refutar aquellas hipótesis colonialistas. “Esa exaltación de la flora y fauna del territorio llegaría a formar la base del orgullo local en el tránsito del patriotismo colonial al primer nacionalismo peruano”, nos dice.

Para la investigadora, es evidente que las ciencias y, en particular, la historia natural, fueron un paradigma central en el pensamiento de los intelectuales y políticos criollos que lideraron el proceso de la independencia.

No se olviden de Unanue

Para Majluf, en estos debates, un personaje clave resulta el científico Hipólito Unanue, cuya importancia en la definición de la simbología oficial resulta capital. “Paredes era un discípulo muy cercano de Unanue. Trabajaron codo a codo en todo el proceso político de la independencia. Pero si bien Paredes, en su función de presidente del Congreso, firma el decreto de 25 de febrero de 1825 que determina los símbolos nacionales, en realidad no sabemos los pormenores de los debates de la comisión en que se discutieron las propuestas. Aunque no hay duda de que tuvo un papel clave en la definición de los símbolos desde 1822, no resulta fácil determinar una autoría individual”, afirma.

En efecto, en un libro de próxima aparición, Majluf reconstruye el proceso de creación de los símbolos nacionales, en los cinco años desde el decreto de Pisco de 1820 hasta 1825, año en que se da el decreto final. Y en este proceso, matiza las narrativas que definen a Paredes como el único autor del escudo. “Al trazar una historia detallada del proceso de creación de los símbolos patrios, recupero las distintas voces que participan en un debate prolongado, pero hasta ahora silenciado, que se inicia con el primer congreso constituyente de 1822 e incluso antes. Unanue tuvo también una acción directa desde el inicio, tanto por los lugares de poder que ocupó con San Martín y Bolívar, como por su activa participación en la construcción simbólica del Estado”, dice Majluf, cuya investigación se basa en archivos y museos dentro y fuera del Perú.

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La opción por la naturaleza

Como señala la investigadora, ningún símbolo es neutral, y tampoco es gratuito que nuestro escudo patrio eluda temas culturales o políticos. Para ella, nuestras riquezas naturales resultaron una forma de evadir un debate que nos defina como nación integrada, una solución que entonces benefició al nuevo poder hegemónico que se construía en Lima. “La opción por la naturaleza como base para pensar la nación implicó omitir las consecuencias de la política republicana e hizo más fácil justificar las exclusiones que se fueron imponiendo con el nuevo orden”, advierte la investigadora. “Resulta difícil imaginar que esas ideas tempranas acerca de la nación puedan sostenerse en el presente. Más relevante es cuestionar sus premisas, entender el marco ideológico que las conforman, las exclusiones que establecen. Desde allí es más productivo pensar hacia adelante nuevas formas de imaginar la nación”, añade Majluf.

EL DATO

José Gregorio Paredes fue hombre de ciencia, maestro, conspirador periodista, político y diplomático. Integró la Asamblea Constituyente de 1823 y dirigió los debates de las sesiones del Primer Congreso Constituyente de 1825.

En las sesiones secretas de los días 23 y 24 de febrero de 1825 se discutió y aprobó el Proyecto de Paredes sobre el Escudo de Armas de la República, el mismo que fue aprobado por ley del 25 de febrero.

SOBRE EL AUTOR

Enrique Planas (Lima, 1970) es escritor y periodista cultural. Es autor de novelas Orquídeas del Paraíso, Alrededor de Alicia, Puesta en escena, Otros lugares de interés y Kimokawaii. La Feria Internacional del Libro de Guadalajara lo reconoció como uno de Los 25 secretos mejor guardados de la literatura latinoamericana.

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