Siete años fuera del Perú hicieron de Greace Advíncula una cocinera con experiencia pero, también, una cocinera comprometida con su país. "Tuve la oportunidad de estudiar fuera, pero debía regresar a Perú y aprender de la comida peruana, porque soy cocinera peruana", comenta Greace, quien hace un año y medio regresó al país y está a cargo de la producción en Bocatta y la renovación de su carta, cada día más consolidada.
Devolverle a Perú lo aprendido en Europa y en Estados Unidos es un proyecto que Greace hace posible en el café ubicado en la avenida Primavera. Aunque es chef de salados, ha aprendido a enamorarse del pan y la panadería, productos que despliega y resalta en la propuesta de Bocatta.
"Nuestro punto de partida fue la esencia de Bocatta desde 1984. Agarramos esto y lo unimos con nuevas tendencias, tratando de rescatar el producto y calidad; así como aquello que se perdió en el tiempo, como el pan y la pastelería fina", comenta Advíncula sobre lo que los clientes pueden hallar entre las novedades. Agrega que la comida es "un paseo por Europa, pero siempre con alma peruana".
Greace Advíncula es egresada de The Culinary Institute of America (CIA) de California. Vivió siete años en el extranjero, practicó durante seis meses en Central (Virgilio Martínez) y seis meses en Rafael. "Ambos (chefs) son visionarios y sienten pasión por la cocina. De ellos aprendí eso y fueron un ejemplo para que yo vaya creciendo", resaltó sobre quienes fueron dos de sus maestros en cocina.
Los productos y platos
Greace Advíncula resalta el uso de productos peruanos en Bocatta, como cacao nacional y café de Junín, de la región de San Martin. Asimismo, recomienda probar el lomo saltado, el sudado de corvina, la corvina a la menier, la pasta vegetariana con funghi salteado y ahumado, y la sopa vichyssoise (poro, papa y cebolla ahumadas, cocinadas con un poco de crema de leche).
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