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BETTY SOTO FERNÁNDEZ / @bm_soto
El 2013 fue un año de quiebre para el cine peruano. Por primera vez una película nacional, la comedia “¡Asu mare!”, estrenada en abril, congregó a 3 millones de espectadores y superó la taquilla de la norteamericana “Iron man”. El éxito se repitió con “A los 40”, que recaudó más de S/. 2 millones en su primer fin de semana de estreno.
El 49% de limeños cree que el cine peruano está mejor que antes, según la reciente encuesta realizada por Ipsos Perú para El Comercio. Para el crítico de cine Isaac León Frías, este optimismo en la producción nacional se debe a que las últimas cintas nacionales han optado por géneros más complacientes con el público masivo, como la comedia y el terror, y la presencia de estrellas de la televisión.
El sociólogo Javier Protzel opina que el hecho de que el público prefiera comedias tiene que ver con el ascenso económico. “La clase B emergente es la que más está asistiendo al cine y, en su mayoría, quieren ver retratado el buen humor y la prosperidad que han tenido con el crecimiento económico”, explica.
A ello se suma el que cada año se produzcan más películas. Según los especialistas consultados, al final de este año se habrán estrenado 25 cintas nacionales, el doble con respecto al año anterior. “Hoy el cine peruano está dividido entre aquellas cintas comerciales que tienen apoyo de las empresas privadas y las que se presentan en festivales y sobreviven de los premios”, subraya León.
FÓRMULA DEL ÉXITO
Miguel Valladares es un joven publicista, gerente de Tondero Producciones y responsable del fenómeno que ha significado “¡Asu mare!” y “A los 40”, que produjo. Para él, lo que permitió a sus cintas estar por más de seis semanas en las salas es darle al público lo que deseaba. En el 2012, antes de realizar “¡Asu mare!”,Tondero hizo un estudio de mercado que demostró que más del 60% de los peruanos va al cine a divertirse.
“Con ‘¡Asu mare!’ no pretendí ir a los festivales de Cannes o Sundance. Lo que queríamos era que la gente sienta que el cine peruano está de moda”, resume Valladares. El productor añade que las películas comerciales pueden asegurar un capital para crear otras cintas menos costosas y abiertas a distintos géneros.
Pese a este empuje positivo, la encuesta de El Comercio revela que solo el 38% de limeños ha ido al cine para ver una película peruana en el último año. “Lo mismo sucede en otros países de Latinoamérica por la presencia de Hollywood. No solo ocupa espacios y pantallas, sino que crea patrones de gusto”, explica el crítico de cine Ricardo Bedoya.
Para él, las nuevas plataformas para ver cine desde casa, en los celulares o las tablets, como Netflix, Google Play Movies, entre otros, van a convertirse en espacios para disfrutar del cine de autor y de géneros poco masivos.
CUOTA DE PANTALLA
El 58% de los encuestados dijo estar a favor de establecer una cuota de pantalla, es decir, una exhibición obligatoria de películas peruanas en las salas comerciales. Isaac León Frías y Ricardo Bedoya opinan que ello podría traer resistencia de parte de los distribuidores, debido a que la obligación de exhibir una cinta nacional puede romper los calendarios de estreno fijos en otras películas.
Jorge Lucetti, gerente de la distribuidora New Century Films, considera que un mejor mecanismo es impulsar el apoyo de la empresa privada, como lo hizo una marca de cerveza para “¡Asu mare!”.
La postura del Ministerio de Cultura es rígida: “En la situación actual del cine peruano, la cuota de pantalla no es aplicable. No hay la suficiente inversión, producción, distribución o promoción para competir un mínimo con las películas extranjeras”, afirma Pierre Vandernoon, jefe de la Dirección del Audiovisual, la Fonografía y los Nuevos Medios (DAFO).
